La
Armada está probando en la zona de responsabilidad de la 5ª Flota,
Oriente Medio, el vehículo aéreo no tripulado del sistema de vigilancia
marítima de gran superficie (BAMS, por sus siglas en inglés) y podría
estar controlando las amenazas iraníes en la zona del Golfo Pérsico.
El
MQ-4C UAS es la versión naval del RQ-4Global Hawk de Northrop Grumman,
que ganó el concurso del programa BAMS UAS en abril de 2008, si bien fue
retrasado ante la protesta de Lockheed-Martin, siendo finalmente
contratado en septiembre de 2010, con la designación de MQ-4C. El valor
del contrato para desarrollar y construir los dos primeros UAS es de
1.600 millones de dólares, si bien Northrop-Grumman espera construir 68
MC-4C.
El primer MC-4C realizará su vuelo inicial en junio de este año y los primeros UAS del sistema entrarán en servicio en 2015. El sistema tendrá todos los aviones operativos en 2019 y desplegarán en cinco bases alrededor del mundo (Hawai, Diego García, Sigonella (Italia), Kadena (Japón) y Jacksonville (Florida)), además de Guam, donde ya operan Global Hawk de la Fuerza Aérea y otras bases en EEUU.
Dadas las necesidades de información de la 5ª Flota, cuya área de responsabilidad incluye el Golfo Pérsico, la Armada estaría utilizando el demostrador para apoyar a la 5ª Flota. Según expertos navales, con el BAMS UAS se estarían siguiendo cientos de buques sospechosos en el Golfo Pérsico, desde submarinos a patrulleras, incluyendo misiles, minas y torpedos. El BAMS D podría estar volando a más de 18.000 m, con una velocidad de hasta 575 km/h, en misiones de 24 horas cada tres días y proporcionaría más del 50% de la información aérea de las misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
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