Lockheed Martin ha probado por primera vez simultáneamente las capacidades de defensa aérea y contra misiles balísticos de su Sistema de Combate Aegis, una de cuyas versiones se monta en las fragatas F-100 de la Armada española.
 El despliegue de varios destructores con el sistema Aegis y base en 
España forma parte del sofisticado escudo anti misil que la OTAN está construyendo para defender Europa.
El ensayo, realizado en un entorno real, verifica la última actualización del sistema Aegis, conocida como Baseline 9, que integra la defensa aérea y contra misiles para enfrentarse a varias amenazas al mismo tiempo.
El director del programa Aegis Baseline 9 de Lockheed Martin, Jim Sheridan,
 ha explicado en una nota de la compañía que esta prueba “es la 
culminación de dos años de trabajo duro de nuestros ingenieros de 
Lockheed Martin, y marca el inicio de una nueva era donde la Marina ya no tiene que elegir entre las capacidades de defensa antimisiles o aérea en una determinada misión”.
El pasado 14 de mayo Lockheed Martin anunció que la Agencia de Defensa Antimisiles (MDA, por sus siglas en inglés), la Marina de Estados Unidos y la propia compañía probaron la segunda generación del Sistema de Defensa contra Misiles Balisticos Aegis, interceptando por primera vez un misil con este, conocido como Aegis BMD 4.0.1.
Esta
 segunda generación cuenta con un procesador de señal más potente que 
mejora la capacidad de identificación de blancos del sistema.
 Durante
 la prueba, el sistema siguió e interceptó con éxito un misil balístico 
de corto alcance. Se trata, según Lockheed Martin, de la sexta prueba de
 mar de la nueva generación Aegis BMD que el buque USS Lake Erie concluye con éxito en los últimos 28 meses.
El director de los programas de desarrollo del BMD de Lockheed Martin, Nick Bucci,
 ha explicado que las mejoras de la nueva generación del sistema Aegis 
BMD le permite mantenerse a la altura de la amenaza que representan los 
nuevos misiles balísticos.
De momento, esta capacidad Aegis BMD 
4.0.1. para destruir los misiles balísticos más sofisticados se ha 
instalado en dos buques de la Armada de Estados Unidos.
Lockheed 
Martin destaca que el sistema está preparado para la integración de 
componentes y mejoras posteriores incluso realizadas por terceros.
Según
 la compañía, esta prueba supone también un importante hito en la 
segunda fase del proceso de construcción de la defensa antiaérea 
europea.
En este sentido, el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, y el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, acordaron hace tres meses ultimar “cuanto antes” los trámites necesarios para que la base naval de Rota, Cádiz,
 acoja desde 2013 cuatro destructores norteamericanos dotados del 
sistema AEGIS como parte del escudo de defensa antimisil de la OTAN.
En
 principio, no está previsto que las fragata F-100 españolas, también 
dotadas del sistema Aegis, se integren en este dispositivo de defensa.
El
 MDA y la Marina de Estados Unidos están desarrollando conjuntamente el 
sistema Aegis BMD como parte del sistema de defensa contra misiles 
balísticos de los Estados Unidos. Actualmente, existen 27 buques 
equipados con el Aegis BMD, 23 de Estados unidos y cuatro japoneses, que
 tienen certificada la capacidad de interceptar misiles balísticos y 
llevar a cabo misiones de vigilancia y seguimiento a largo plazo. En 
2014 ese número se incrementará hasta sumar 36.
La evolución inmediata del BMD es la que combina las funciones de defensa aérea y antimisiles en sistema de defensa integrado.
Además
 de Estados Unidos y Japón, el sistema Aegis, cuyo componente es el 
radar SPY-1, también es empleado por las armadas de España, Corea del Sur, Noruega y Australia.
El
 grupo estadounidense Lockheed Martin da empleo actualmente a 123.000 
personas en todo el mundo y se dedica principalmente al desarrollo, 
fabricación y mantenimiento de sistemas avanzados de tecnología 
aeroespacial y de defensa. En 2011 alcanzó unas ventas netas de 46.500 
millones de dólares (36.700 millones de euros).
Foto: Lockheed Martin
Infodefensa.com      G. Soriano,  









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