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Apenas empezar la primera sesión de la Cumbre de la
OTAN en Chicago surgió el tema de la tensión entre EE. UU. y Pakistán.
El presidente Asif Ali Zardari se reunió con la secretaria de Estado,
Hillary Clinton, para abordar el difícil futuro de la alianza bilateral.
La cuestión principal que expuso el mandatario paquistaní fueron los
ataques de los drones estadounidenses en su país. “Pakistán quiere
encontrar una solución permanente al tema de los drones, ya que no solo
violan nuestra soberanía sino también inflaman los sentimientos
públicos”, dijo en un comunicado después del encuentro.
Zardari exhortó además a Washington a dar pasos decisivos para redimir el ataque de drones que dejó 24 soldados paquistaníes
muertos en noviembre del 2011. Desde que los aviones no tripulados
estadounidenses atacaron 'por error' un puesto de control en la frontera
afgano-paquistaní las relaciones entre Islamabad y Washington quedaron
más dañadas que nunca.
Pakistán cerró la ruta de suministros que pasa por el puerto de Karachi
a las tropas de la OTAN en Afganistán y boicoteó la conferencia sobre
el proceso de paz en Afganistán celebrada en Alemania. Las autoridades
del país anunciaron que iban a revalorar su
colaboración con EE. UU. Según sus datos, durante los últimos tres años
los drones estadounidenses han causado la muerte de más de 500 civiles,
entre los había 60 niños.
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