Las
próximas maniobras de Defensa Antimisiles (DAM) de la OTAN en el
Atlántico revelan los planes de practicar la intercepción de misiles
balísticos rusos, según el viceministro de Defensa de Rusia, Anatoli
Antónov.
"La
maniobra tendrá lugar en la zona nordeste del Atlántico, lo cual
significa que planean practicar la intercepción de misiles balísticos
rusos; este tipo de maniobras no pueden dejar de preocuparnos", declaró
este viernes a los periodistas.
La fragata noruega Fridtjof Nansen participará por primera vez en las
maniobras conducidas por EEUU At Sea Demonstration 2015, que se
realizarán en octubre de 2015.
El viceministro añadió que en la actualidad, junto a la creación de
los sistemas estacionarios de la DAM europea se lleva acabo un
incremento consecuente de los sistemas móviles navales de intercepción
de misiles balísticos y se realizan ejercicios para comprobar su
funcionalidad en un contorno unido informativo y de ataque.
"La OTAN continúa desarrollando sus planes de desarrollo de la DAM,
pese a la dinámica positiva de solución política del programa nuclear
iraní, que sirvió de primera excusa para la creación del sistema
defensivo europeo", añadió Antónov.
Asimismo, dijo que el Ministerio de Defensa de Rusia se verá obligado
a adoptar medidas de respuesta si la OTAN no deja de desarrollar su
defensa antimisiles.
"En
una situación de desarrollo ilimitado de la defensa antimisiles (de la
OTAN) con capacidad para interceptar nuestros misiles balísticos, se
requerirán, como ya lo hemos dicho en otras ocasiones, medidas de
respuesta", señaló.
El despliegue del escudo antimisiles de EEUU en Europa viene siendo
un escollo en las relaciones entre Rusia y EEUU desde hace años.
Rusia considera estos planes un riesgo para su seguridad nacional y exige de Washington garantías políticas de que el escudo antimisiles no apunte contra el territorio ruso.
En 2014, primero EEUU y después la OTAN suspendieron el diálogo sobre el escudo antimisiles con Moscú alegando la crisis en Ucrania.
Rusia considera estos planes un riesgo para su seguridad nacional y exige de Washington garantías políticas de que el escudo antimisiles no apunte contra el territorio ruso.
En 2014, primero EEUU y después la OTAN suspendieron el diálogo sobre el escudo antimisiles con Moscú alegando la crisis en Ucrania.
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