| (Foto: Chief MC William Tonacchio / Navy) | 
En las primeras horas del martes, las Fuerzas Armadas de EE.UU. y Reino Unido completaron el primer test operativo en altamar del avión de combate F-35B Lightning II, realizando con éxito más de 80 despegues. Las pruebas se llevaron a cabo sobre el buque de asalto anfibio USS Wasp, con seis unidades de la aeronave.
Sin duda, los responsables del mantenimiento y la logística
 de estos aviones son los que se han llevado una de las lecciones más 
importantes de estos tests: cómo aprender a arreglar una aeronave más 
grande y más compleja que un F/A-18 Hornet –para
 reparar una rueda, cambiar un motor, etc-.
Y no sólo se trata de que 
estos operarios aprendan, sino de informar sobre cualquier cambio que se
 pueda realizar en el F-35B para hacerles más fáciles estas operaciones.
El F-35B es la versión de aterrizaje vertical de este avión de combate. Los planes de integración del F-35B en las flotas de la Armada Real británica y el Cuerpo de Marines
 estadounidense son muy similares: 
“Para el 2020, la fuerza de combate 
aéreo del Reino Unido se compondrá de los Typhoon y F-35 Lightning II, 
una potente mezcla de aeronaves de cuarta y quinta generación”, explica 
el comandante de la Armada Real Neil Mathieson, el máximo responsable de
 la integración del F-35B en este cuerpo.
Sin embargo, para el 2018 el 
Reino Unido ya empezará a operar con el F-35B desde bases en Inglaterra.






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