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 se puede encontrar la descripción de la acción de la madrugada de este 
jueves, en la que el Buque de Aprovisionamiento de Combate Patiño, 
insignia del Capitán de Navío (esperemos que pronto Contralmirante) 
Manso, repelió el ataque de una embarcación pirata. Esta descripción 
reproduce una nota de Defensa con el escueto estilo militar habitual.
Quisiera
 ampliar algo de lo dicho ahí para que el lector no marino se de cuenta 
de lo difícil que son las cosas, el trabajo y la preparación que 
requiere el salir airoso de estos trances.
Imaginemos
 que la acción haya transcurrido de la siguiente manera. De noche, con 
bastante mala mar, se nos acerca por la popa un esquife. Lo avistaremos 
con suerte -si los serviolas de popa están bien situados y alerta- muy 
cerca, quizá a unos 50 metros. Después de hacer unos disparos de alerta,
 los piratas -confundiéndonos probablemente con un equipo de seguridad 
de un mercante- empiezan a disparar contra los nuestros. Con la 
oscuridad y las olas hace falta mucho adiestramiento y serenidad para 
acertar al esquife, no una sino muchas veces. No debemos confundirnos 
por la diferencia de tamaños pues lo que sigue a continuación es lo más 
parecido a una pelea de ciegos a estacazos y en una piscina. Está claro 
que había adiestramiento y que hubo suerte.
Tras
 esta primera acción el esquife abriría y el Patiño lanzó su helicóptero
 -de momento no cuentan con radar- al amanecer. Indudablemente el helo 
pudo volver a relocalizar al esquife. Su casco acribillado, los heridos a
 bordo y el ver arrojar armamento y escalas por la borda hace la 
identificación segura. El Patiño habrá tenido que poner sus 
embarcaciones en el agua, con mala mar y escasa visibilidad para 
capturar a los piratas heridos.
Todo
 esto nunca sale bien por casualidad. Siempre hace falta suerte, pero no
 basta. Dejo que el lector imagine lo que hace falta.
Esperemos
 que la descripción de lo que ha pasado esté en manos del juez de la 
Audiencia Nacional antes de las 24 horas de plazo y que sea convincente 
para acusar a los supervivientes del delito de piratería según la amplia
 definición recientemente introducida en nuestro Código Penal. Según mis
 noticias el Estado Mayor del CN Manso incluye un Oficial Jurídico, lo 
cual no viene nada mal en esta ocasión y posiblemente ayude al 
Comandante del Patiño a navegar por otro tipo de aguas: las legales.
Un poco de miedo en los piratas y de moral para nuestras dotaciones no viene nada mal.
Bien
 hecho Patiño. Por segunda vez en esas aguas, bien hecho. Perdón por 
sentirme orgulloso de ellos, pero es que fui el primer Comandante de ese
 buque y se me debe notar bastante. Y encima no me importa que se me 
note.
http://www.revistatenea.es/
*Ángel Tafalla es Almirante. Ex Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada y
del Mando Marítimo OTAN de Europa Sur
* Fotografías: mde.es
 
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