Hace
un año, Israel decidió no modernizar sus obuses autopropulsados M109 de
155 mm y sustituirlos por otros sistemas. En un principio, se consideró
otro sistema de obuses, pero finalmente se ha decidido reemplazarlos
con lanzacohetes con misiles guiados.
Este
cambio en la Artillería israelí tiene su origen en la guerra de 2006
contra Hizbolá, cuando los israelíes descubrieron que causaban poco daño
a los búnkeres de Hizbolá, incluso después de haber lanzado más de
120.000 proyectiles de 155 mm, la mayoría desde obuses M109.
Al mismo tiempo, observaron que los cohetes de 227 mm del lanzacohetes múltiple (MLRS) estadounidenses con guía GPS tenía un resultado excelente en ataques a objetivos similares en Irak y Afganistán. Con esta experiencia, Israel desarrolló el cohete Accular, de 160 mm, basado en el cohete LAR-160 de Israel Military Industries, con un alcance entre 14 y 40 km, 160 mm de diámetro, 110 kg de peso, 35 kg de cabeza guerra y un error circular probable de 10 m, que podría destruir un búnker con un cohete.
Antes de utilizar el guiado por GPS, Israel había desarrollado varios sistemas de guía más baratos pero menos precisos, el más importante de los cuales fue el sistema de corrección de la trayectoria (TCS), que fue instalado tanto en los cohetes MLRS inerciales, como en los israelíes de 160 mm. En los cohetes se instala un sistema de guía y una radio y desde la estación terrestre del TCS, que sigue la trayectoria del cohete, se calcula el punto de caída del cohete y se envían órdenes al sistema de guía para modificarla. Con este sistema, la precisión del cohete aumenta, desde los 100 m de error a los 50 m de un proyectil de artillería, muy inferior a los 10 m de los cohetes con guía GPS.
Al mismo tiempo, observaron que los cohetes de 227 mm del lanzacohetes múltiple (MLRS) estadounidenses con guía GPS tenía un resultado excelente en ataques a objetivos similares en Irak y Afganistán. Con esta experiencia, Israel desarrolló el cohete Accular, de 160 mm, basado en el cohete LAR-160 de Israel Military Industries, con un alcance entre 14 y 40 km, 160 mm de diámetro, 110 kg de peso, 35 kg de cabeza guerra y un error circular probable de 10 m, que podría destruir un búnker con un cohete.
Antes de utilizar el guiado por GPS, Israel había desarrollado varios sistemas de guía más baratos pero menos precisos, el más importante de los cuales fue el sistema de corrección de la trayectoria (TCS), que fue instalado tanto en los cohetes MLRS inerciales, como en los israelíes de 160 mm. En los cohetes se instala un sistema de guía y una radio y desde la estación terrestre del TCS, que sigue la trayectoria del cohete, se calcula el punto de caída del cohete y se envían órdenes al sistema de guía para modificarla. Con este sistema, la precisión del cohete aumenta, desde los 100 m de error a los 50 m de un proyectil de artillería, muy inferior a los 10 m de los cohetes con guía GPS.
No
obstante, Israel había desarrollado cohetes guiados por GPS de largo
alcance, hasta 300 km, como el LORA (Long Range Artillery Rocket), de
IAI, similar al estadounidense ATACMS, con un peso de 1,23 Tm, con una
cabeza de guerra de alto explosivo de 400 kg o cabeza de guerra
penetrante de 600 kg para objetivos protegidos y con un error circular
probable de 10 m. El problema del cohete es su elevado precio, un millón
de dólares, habiendo alternativas más económicas, como el lanzamiento
de bombas guiadas inteligentes, que pueden costar menos de 50.000
dólares, si bien precisan la disponibilidad de un avión, con los riesgos
inherentes a su empleo y cuyo tiempo de respuesta será mayor, frente a
los 10 minutos en el caso de empleo del LORA.
http://www.revistatenea.es/
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