El Ejército y la Marina de Guerra del Perú han iniciado la instalación de seis bases militares en la selva del Cusco, cuatro bases contrasubversivas y dos bases de control de tránsito fluvial, con la finalidad de evitar la migración de los remanentes terroristas del VRAE (Valle de los Ríos Apurímac y Ene) hacia esa zona.
De acuerdo a un informe del diario La República, la Brigada de Infantería 22
 del Ejército es la encargada de la instalación de las bases 
contrasubversivas en Kepashiato, Incahuasi, Pucyura y Yuveni, las que 
servirán de puesto de avanzada al Batallón Contrasubversivo 314 y dispondrán de helipuerto para operaciones aerotransportadas. Las
 bases navales se instalarán en Ivochote y  Camisea, a orillas del río 
Urubamba, y desde estas bases operarán parte de los cinco hovercraft Griffon 2000TD adquiridos en el año 2011, a la corporación británica Griffon Hoverworks, un destacamento de Fuerzas Especiales (FOES) y personal de la Infantería de Marina y Guardacostas.
Según
 fuentes navales, los hovercraft han demostrado una gran capacidad 
operacional, al incursionar en zonas antes inaccesibles, realizando 
misiones de interdicción fluvial, búsqueda y rescate, sembrado y 
extracción de tropas, día y noche, en todo tiempo. “La sola presencia de
 los hovercraft en los ríos tienen un efecto disuasivo. Son lanchas de 
gran potencial de desplazamiento. Su rapidez contribuye a realizar 
operaciones incluso en superficies difíciles como lodo y tierra. 
Vinieron expertos de la fábrica de los hovercraft especialmente para 
adiestrar al personal. Es un arma que encaja muy bien con las exigencias
 geográficas de la selva cusqueña,” revelaron fuentes navales a La República.
La
 gran novedad en cuanto al equipamiento de los hovercraft, es el 
trascendido sobre la integración de ametralladoras Dillon M-134, una 
ametralladora de supresión Gatling, con seis barriles de fuego, con la 
capacidad de disparar 3.000 proyectiles (500 proyectiles por barril) 
7,62 mm OTAN por minuto y pesa aproximadamente 60 libras. Fabricadas por
 la estadounidense Dillon Aero, este sistema de arma 
tiene un ciclo de vida proyectado de más de un millón de disparos, 
servicio cada 60 mil disparos y una precisión de hasta casi nueve veces 
mayor a sistemas de cañón simple comparables.
Infodefensa.com     P. Watson   







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