El ministro de Defensa israelí, Ehud 
Barak, estima que Teherán ha suspendido sus planes para fabricar armas 
nucleares, según una entrevista en Londres al diario The Daily Telegraph.
El ministro argumentó que así lo 
hace pensar la información de que Irán ha redestinado para fines civiles
 aproximadamente un tercio del uranio enriquecido al 20 % que produce.
A
 su vez, Israel ha bajado el nivel a la amenaza iraní. En cierto 
sentido, ésta es una prueba indirecta de lo que Teherán viene diciendo 
desde hace ya mucho tiempo. Que enriquece el uranio al 20 % para usarlo 
en los reactores con fines médicos.
El ministro de 
Defensa israelí, Ehud Barak, estima que Irán se ha retractado 
forzosamente, por temor a que Israel y EEUU lancen una operación militar
 para impedirle crear armas nucleares. Ehud Barak es uno de los 
partidarios de ataques preventivos contra las instalaciones nucleares 
iraníes. En ello coincide con el primer ministro israelí, Benjamin 
Netanyahu. A su vez, Washington ha dejado claro que no respalda a su 
aliado mesoriental en este asunto. La contradicción alcanzó extremos 
inauditos. El presidente Barack Obama ni siquiera atendió a Benjamin 
Netanyahu en la Casa Blanca, durante la participación del primer 
ministro israelí en la Asamblea General de la ONU. Tal vez, ésta fuera 
la razón más importante para que Israel rebajara el nivel de la amenaza 
iraní, opina el analista del Instituto de Evaluación y Análisis 
Estratégico, Serguei Demidenko:
—Es
 una explicación fehaciente de lo que dijo Barack. EEUU no piensa 
bombardear Irán. Tuvo muchos problemas en Iraq y es que Irán no es Iraq.
 Es obvio que Israel no emprenderá acciones de fuerza contra Irán sin el
 apoyo de EEUU. Una cosa es destruir un reactor nuclear iraquí con una 
sola escuadrilla de cazas, como lo hicieron en Osirak, en 1991, y otra, 
muy distinta, tratar de aniquilar toda la infraestructura iraquí, 
bastante poderosa y bien protegida en la tierra y en el aire, provista 
de armas de contragolpe. Probablemente, Israel no está en condiciones 
para realizar una operación tan grande y complicada.
En la misma entrevista para The Daily Telegraph,
 el ministro de Defensa israelí supuso que Teherán acabará creando armas
 nucleares en ocho o diez meses. A Israel le conviene mantener el mito 
acerca de la amenaza israelí, estima el experto en relaciones 
internacionales, Serguei Druzhilovski:
—Primero,
 quiere distraer la atención de su propio programa nuclear. Un método 
bastante común. El ladrón grita: “¡Al ladrón! ¡Al ladrón!” Segundo, es 
que atizando las tensiones logra crear una coalición antiiraní en 
Occidente. Creo que ahora Israel buscará otras formas para agitar la 
situación en torno a Irán. Tiene bastantes posibilidades para hacerlo. 
Irán es un país nada simple, un país del islam ortodoxo. Por eso siempre
 se puede hallar a alguien que no esté de acuerdo con alguna cosa.
Hace
 pocos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia Serguei 
Lavrov reiteró la postura rusa respecto a Irán. Moscú no tiene 
fundamentos para sospechar que Irán está desarrollando armas nucleares. 
Hay cuestiones que tienen que ver con los planes nucleares del pasado y 
deberían ser aclaradas en estrecha cooperación con el OIEA.
nv/as/ap
 Konstantín Garíbov, Vitali Radnaev
http://spanish.ruvr.ru  







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