Colombia
 se encuentra a la vanguardia en desactivación de bombas con el vehículo
 terrestre no tripulado (UGV, por sus siglas en inglés) Vanguard MK2.
 
Se
 trata de un vehículo de aproximadamente 70 kilogramos de peso, con el 
equipo completo, incluida su batería recargable de duración de una hora,
 equipado con dispositivo de lanzamiento de un chorro de agua a alta 
velocidad, alrededor de la explosión de impulso de la pólvora en un arma
 convencional, con lo que se inutiliza los componentes electrónicos, 
detonador de celular o la misma carga explosiva de una bomba.
 
Opera
 a una distancia, desde su controlador humano, en condiciones normales 
de hasta 100 metros y con amplificador de la señal de control remoto, de
 hasta medio kilómetro (unos 500 metros).
 
Dispone también de una 
especie de brazo mecánico con lo que puede tomar de los paquetes 
explosivos y sacarlos de áreas cerradas a zonas abiertas, para evitar 
daños, en caso la bomba sea detonada bajo control.
 
Viene equipado
 con dos cámaras de alta fidelidad y luces cerca de ellas, para que el 
operador observe con detalle en una pantalla acerca de toda la actividad
 que esté realizando a distancia en una determinada operación de 
neutralización de una bomba.
El MK2 posee también dispositivos 
tipo oruga para su traslado, parecido al sistema de movimiento de los 
tanques, pero en menor escala por su tamaño, lo que permite que el 
equipo pueda bajar y subir escalones de hasta 45 grados de inclinación.
Infodefensa.com
A. López







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