Al
 jefe de Gobierno le exhibieron allí las posibilidades de los sistemas 
de armas no solo del presente, sino también del mañana.
Esta
 es ya la novena vez que en los Urales, considerado en justicia un 
centro industrial de Rusia, los productores mundiales líderes exhiben 
sus proyectos en materia de armamentos y suscriben contratos 
multimillonarios. En esta ocasión, la muestra en Nizhni Taguil ha 
reunido un número sin precedente de participantes, además de centenares 
de invitados de cuarenta Estados. 
La parte visual de la RAE comprende 
tanto centenares de ejemplares expuestos de forma estática, como 
dinámica, en condiciones casi de combate. En los días de la exposición, 
el polígono de Nizhni Taguil Staratiel, se transforma en escenario de un
 espectáculo que, literalmente, corta el aliento, con la participación 
de aviones y de carros blindados. Los organizadores confesaban que el 26
 de septiembre habían complicado al máximo la exhibición: los potentes 
ataques eran lanzados, simultáneamente, por unos cuantos sistemas de 
armas de distinto tipo y misión. 
Dmitri Medvédev mira con esperanzas el futuro del complejo militar industrial del país: 
–Nuestra
 industria de la defensa ha crecido considerablemente en los últimos 
años. Han aparecido no solo nuevos modelos, sino también nuevas 
tecnologías, que hoy día están recreando ya parámetros muy distintos de 
las acciones bélicas. Han surgido muchos modelos de sistemas 
robotizados, dirigidos a la distancia, explotados sin la presencia 
directa del hombre, lo que es seguramente de singular importancia. Y 
ello va a determinar, en un grado considerable, el rostro de las fuerzas
 armadas del siglo XXI.
Los
 productores rusos exhibieron toda una línea de productos, de la que una
 parte fue apreciada por el jefe del gobierno. 
En particular, le 
mostraron modificaciones del carro blindado Tigre, el renovado cañón 
obús autopropulsado Msta-S, el pesado carro de combate de infantería 
Atom, fruto de la colaboración de los consorcios ruso y francés 
Uralvagonzavod y Renault, además de los últimos tanques modernizados y 
de sistemas de defensa antiaérea. 
La guinda de la torta del programa fue
 la presentación de un carro de combate de apoyo de tanques, el 
Terminator 2, conocido por la sigla BMPT, y que está llamado a “cubrir” 
los ataques de tanques en las más complicadas condiciones, incluso 
urbanas. 
Los creadores de este carro excepcional dotaron su modelo de 
los equipos digitales y de medios de impacto más modernos, con una 
eficacia próxima al cien por cien. Varios estados han revelado interés 
en este proyecto nacional, y representantes suyos viajaron especialmente
 a Nizhni Taguil para conocer nuestro Terminator.
Países
 miembros de la OTAN trajeron también, a propósito, a Nizhni Taguil sus 
novedades. Por lo demás, si consideramos que, por ejemplo, el público ha
 podido apreciar ya más de una vez en el salón MAKS los mejores aparatos
 occidentales de combate, dicha práctica no parece sorprendente. El 
viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov departía con nuestra emisora 
sus impresiones de la exposición:
–Recorrí
 el pabellón y conversaba con representantes de nuestros consorcios. 
Para mí era importante escuchar de ellos como es considerado el sistema 
ruso de control de exportaciones, si crea restricciones en exceso para 
el desarrollo de los negocios; cuál es la reacción ante la política que 
aplicamos incluso en la ONU, en lo que se refiere al tratado 
internacional de control de armas. En general, las impresiones no son 
malas, aunque plantearon una serie de sugerencias, escuché además 
algunas observaciones críticas, en las que vamos a trabajar. Pero, la 
impresión general de la exposición es muy favorable, todo fue organizado
 a muy alto nivel. Impresionan sobremanera las muestras. La exposición 
tiene un gran futuro, y con el tiempo debe llegar a ser el principal 
salón de armamentos de Rusia.
La
 Russia Arms Expo fue un testimonio más de la atención especial que 
brinda el Estado al complejo militar industrial. A pesar de las 
dificultades colosales vinculadas a la “caída” de la rama, después de la
 desintegración de la URSS, el complejo militar industrial está 
resurgiendo paulatinamente. 
Rusia figura ya hoy día entre los líderes en
 exportación de armamentos, se incrementan los suministros de nuevos 
sistemas de armas al Ejército ruso. De aquí al 2020, las autoridades se 
proponen invertir veintitrés billones de rublos en la modernización de 
la industria de la defensa y en el reequipamiento de las Fuerzas 
Armadas. Los visitantes de la exposición en Nizhni Taguil pudieron 
conocer los primeros resultados reales de este proyecto de envergadura, 
como se dice, con lujo de detalles.
© Fotо: Iliá Krámnik / La Voz de Rusia






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