Los aparatos aéreos al servicio castrense se aprecian
por su velocidad, potencia, capacidad de cumplir distintas maniobras en
el aire, sus calidades furtivas y la compatibilidad con los medios
agresivos.
¿Cuáles son los mejores en esto?
El más rápido
El rotaplano de la empresa Lockheed AH-56
Cheyenne solo existió como un proyecto. En los años 1970 fueron
ensambladas 10 unidades que pasaron todas las pruebas necesarias, pero
el modelo no entró en serie por problemas de financiamiento después de
que los plazos del cumplimiento de la demanda del Ejército de EE.UU. fueran postergados en varias ocasiones.
Sin
embargo, en la historia de la aviación el aparato ocupa un lugar
destacado, porque hasta el momento ningún país ha podido diseñar otro
helicóptero militar más veloz. Los 407 kilómetros por hora es el índice
máximo para esta clase de aeronaves.
El control de un ángulo de 210º, dentro de los cuales el
aparato podía disparar e impactar todo tipo de blancos fue también una
gran ventaja para la época de los 1970. Los sistemas de visión nocturna
asimismo fueron novedosos para aquel tiempo. No obstante, el Pentágono
no quiso regresar al desarrollo del proyecto cuando aparecieron nuevas
tecnologías.
El más potente
El
Mi-26 ('Halo' en la designación de la OTAN) fue diseñado como un
helicóptero de transporte pesado en la Unión Soviética, por la Fábrica de helicópteros Mil ,
en los años 1970. Como aeronave militar, participa en las operaciones
de desembarco y puede desempeñar tareas antisubmarino, lanzando bombas
de profundidad.
En el servicio civil extingue incendios, lleva los
hospitales aerotransportarbles a las zonas de emergencia, evacúa de las
mismas a los enfermos y heridos. Al tiempo que el propio aparato pesa 56
toneladas, es capaz de elevar cargamentos de hasta 20 toneladas de peso
en las obras de construcción.
Las velocidades que alcanza, siendo tan pesado, son sorprendentes. La máxima es de 295 kilómetros por hora.
El más maniobrable
El helicóptero Kamov Ka-50 ('Hokum-A' en la designación de la OTAN )
fue diseñado para llevar a cabo combates aéreos y terrestres en
condiciones complicadas y no tiene igual en su capacidad de desempeñar
figuras de la acrobacia aérea. El rizo (o 'looping') y el tonel rápido
(con una velocidad de 180 kilómetros por hora) bajando a 45º son solo
dos ejemplos.
Durante las pruebas el Ka-50 mostró su capacidad de estar pendiente por
12 horas en un lugar y a una misma altura sin que el piloto participe de
manera constante en su estabilización.
Tiene una opción de vuelo en
alturas extremadamente bajas con el monitoreo y mantenimiento automático
del relieve. Por otro lado, su velocidad máxima es de 315 kilómetros
por hora, en picada alcanza los 390 kilómetros.
Los sensores telemático e infrarrojo le permiten a la tripulación
determinar y fijar un blanco situado a 20 kilómetros. La lista del
equipo estándar incluye un cañón de 30 milímetros, semejante a los que
tienen los vehículos blindados, varios tipos de misiles y minas.
En la
Rusia de los años 1990 su participación era imprescindible en el
despliegue de los operativos especiales.
El más invisible
Las compañías Boeing y Sikorsky diseñaron conjuntamente un aparato que
puede pasar inadvertido para los radares, los dispositivos ópticos e
infrarrojos. El RAH-66 Comanche es el líder de la aplicación de las
tecnologías furtivas entre los helicópteros. Su sección transversal de
radar es 360 veces menor que la del legendario Apache.
Asimismo es el campeón por su capacidad de reducir los efectos acústicos
que deja en el vuelo. Hasta cierto punto el oído humano es incapaz de
revelar el acercamiento de un Comanche por lo silencioso que giran sus
motores y hélices.
Visualmente el helicóptero deja la impresión de "muy delgado", según
dicen los militares.
Tiene solo 2 metros de ancho y esto no le impide
cobijar en sus interiores todas las partes metálicas que pueden
descubrir su presencia al enemigo: el grupo motriz, los misiles, si
porta alguno, y el cañón. Todo se coloca (y cabe) en su interior.
La velocidad máxima que alcanza es de 324 kilómetros por hora.
El más longevo y tenaz
Actualmente el Mi-8 es el modelo más viejo de los helicópteros
fabricados en serie, pero sus modificaciones modernizadas (Como el
Mi-171) cumplen con las más altas exigencias que los ejércitos del mundo
plantean ante su aviación. El primer aparato de este tipo despegó en
1961, el mismo año que el primer hombre, Yuri Gagarin , se elevó a la órbita terrestre.
Siendo fabricado en Rusia, el modelo ha llegado hasta a la Antártida,
donde revela una compatibilidad única con las temperaturas
extremadamente bajas. Así, para las latitudes antárticas,
Argentina pidió
en 2010–2011 la entrega de seis helicópteros y es solo uno de los
pedidos de la última década que convirtieron la serie en la más masiva.
El abanico de las funciones que el helicóptero puede desempeñar en el
ejército es impresionante.
Se puede usar para el asalto contra objetivos
terrestres, el combate aéreo, para el desembarque, el espionaje, las
interferencias de radio, el reconocimiento químico del terreno y la
puesta de minas, como anfibio, cisterna, hospital y punto de mando
móvil.
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