El 10 de abril el avión de
 transporte militar Antonov AN-70 realizó el último de los vuelos de 
pruebas programados por el Gobierno ucraniano para validar sus 
aptitudes. Durante estas pruebas se comprobó el correcto funcionamiento 
de los sistemas de a bordo, la resistencia del fuselaje, el aterrizaje 
en pista corta  y la capacidad para transportar cargas militares 
estandarizadas. La Fuerza Aérea ucraniana ha aportado el personal del 
Centro Científico y Técnico Estatal (State Scientific and Test Center) 
que trabajan junto al personal de la empresa.
Dado que las pruebas de aceptación 
resultaron totalmente satisfactorias,  el avión se considera listo para 
la producción en serie y su incorporación a la Fuerza Aérea ucraniana. 
Sin embargo resulta complicado que Ucrania pueda adquirir un número 
significativo de aviones en la situación actual de bancarrota e incluso 
es probable que no se llegue a fabricar siendo una de las opciones la 
venta de los diseños y motores a otro fabricante quizá de China o en 
Brasil.
Dada la actual situación política entre los socios del programa: Rusia y Ucrania, se le augura un futuro cuando menos incierto. Este proyecto originario de los años ochenta ha sufrido los avatares de la colaboración entre Ucrania y Rusia por lo que no se le augura en este momento un gran futuro. Mientras estuvo al frente del país Viktor Yuschenko la colaboración entre ambos países se redujo drásticamente y no fue hasta la llegada de Yanukovich que ese retomó.
Dada la actual situación política entre los socios del programa: Rusia y Ucrania, se le augura un futuro cuando menos incierto. Este proyecto originario de los años ochenta ha sufrido los avatares de la colaboración entre Ucrania y Rusia por lo que no se le augura en este momento un gran futuro. Mientras estuvo al frente del país Viktor Yuschenko la colaboración entre ambos países se redujo drásticamente y no fue hasta la llegada de Yanukovich que ese retomó.
El acuerdo entre 
ambos países contemplaba el ensamblaje final del avión en la planta rusa
 KAPO en Kazán, suministrando Antonov estructuras completas de ala y 
fuselaje y los motores. Rusia habría estado interesada en adquirir hasta
 60 aviones para renovar la flota de transporte junto al Il-476 pesado.
Se desconoce la situación exacta de la 
colaboración pero seguro habrá afectado al acuerdo anunciado el 
diciembre del año pasado, recogido en defensa.com que suponía la 
reapertura de la producción del Antonov AN-124-200 y a la colaboración 
industrial entre ambos países.
Este avión turbohélice de fuselaje ancho está en la categoría del A-400M ya que posee prestaciones y radio de acción de un transporte estratégico con la capacidad para aterrizar en pistas cortas sin preparar. Una de las últimas demostraciones internacionales tuvo lugar en el salón aeroespacial ruso MAKS del año pasado.
Este avión turbohélice de fuselaje ancho está en la categoría del A-400M ya que posee prestaciones y radio de acción de un transporte estratégico con la capacidad para aterrizar en pistas cortas sin preparar. Una de las últimas demostraciones internacionales tuvo lugar en el salón aeroespacial ruso MAKS del año pasado.
(J.N.G.)
defensa.com 







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