Bajo presiones 
ministeriales para que el contrato de compra de 36 cazas  Gripen NG vea 
rebajada su tasa de interés, en el marco del gran ajuste  fiscal 
brasileño, la presidente Dilma Rousseff telefoneó al primer  ministro de
 Suecia, Stefan Löfven, pidiendo un aplazamiento de la fecha  límite 
para la firma del convenio de financiación, que vence el  miércoles 24 
de junio, con objeto de renegociar la tasa de interés.
Un cambio en la tasa representaría una 
reducción del gasto de   aproximadamente 330 millones de dólares en 25 
años. El gobierno querría   utilizar este posible convenio como un 
modelo para renegociar otros   acuerdos internacionales ya firmados por 
otros ministerios, con el   argumento de que los tipos de interés en 
Europa han bajado y Brasil   puede verse beneficiado.
El  Comando de la Fuerza Aérea está muy 
 preocupado por este cambio de los  términos de la propuesta ya firmados
  con Saab. La FAB teme que otros  términos importantes del contrato  
puedan someterse como consecuencia a  revisión y perturbar el plan de  
diseño y la construcción de aviones  conjunta con transferencia de  
tecnología. 
Para la FAB la economía es  demasiado pequeña para un  
período tan largo de 25 años, no justificando  el cambio en los términos
  de la propuesta. Los suecos afirmaron que el  contrato ya ha sido  
firmado y que los términos han sido aprobados por el  Congreso de ese  
país.
Por lo tanto, cualquier cambio requeriría además  la aprobación  por el Plenario del Congreso de Suecia.
 El gobierno  brasileño, sin  embargo, piensa que se puede contar con la
 buena voluntad  de Suecia,  que ya ha aceptado una solicitud de la 
reducción de 300  millones a 60  en el desembolso del primer tramo de la
 operación debido  al fuerte  ajuste fiscal que está en marcha en 
Brasil.
En conversación con el Primer Ministro de Suecia, la presidente intentó tranquilizarlo advirtiéndole que el gobierno brasileño no tiene ningún interés en romper el contrato, sino sólo renegociar las tasas de financiamiento.
En conversación con el Primer Ministro de Suecia, la presidente intentó tranquilizarlo advirtiéndole que el gobierno brasileño no tiene ningún interés en romper el contrato, sino sólo renegociar las tasas de financiamiento.
También se refirió a la 
seguridad jurídica brasileña y  explicó los  beneficios para el país en 
un momento de dificultades  económicas.  El  director de Saab en Brasil,
 Bengt Janer, afirma por su  parte que Brasil  quiere reducir aún más 
las tasas, que los bancos suecos  afirman que  son ya más bajas que las 
de la OCDE. "Pero los suecos  tienen que seguir  las reglas escritas, 
que son claras, y dicen que el  interés se congela  cuando se firma el 
contrato, porque de lo contrario, a  su vez  subsidiaría a la industria 
de la defensa en Suecia."
Según Bengt  Janer,  no se podrían bajar las 
tasas de interés "a menos que el  contrato  ingrese de nuevo al 
Parlamento sueco e iniciase una nueva  discusión y  negociación en 
conjunto, en cuyo caso el retraso será  irreversible."
Por ahora se mantienen los tiempos de entrega de la primera tanda de 36 aviones en 2019, completando diez al final de 2021 a fin de formar un escuadrón y comenzar a operar. La última previsión de entrega de unidades es 2024.
Por ahora se mantienen los tiempos de entrega de la primera tanda de 36 aviones en 2019, completando diez al final de 2021 a fin de formar un escuadrón y comenzar a operar. La última previsión de entrega de unidades es 2024.
Desde los primeros indicios  de compra, en diciembre 
 de 2013, el contrato subió 12% desde el precio  original y la 
cotización  actual, de acuerdo con la FAB, ahora se sitúa  en  4.800 millones de  dólares.
 Cada día de retraso en la firma del  convenio de financiación  pospone 
el viaje de 100 ingenieros brasileños  para comenzar a trabajar  en la 
construcción de los Gripen NG.
El  precontrato firmado en octubre de  
2014 establece que, en el plazo de  ocho meses, tiene que ser ratificada
  la financiación con el banco de  fomento sueco SEK . 
Si  el gobierno 
no  lo hace, todo el proceso de  negociación pierde efecto y todos los  
términos del acuerdo de compra de  la aeronave tendrán que ser  
reevaluados. Otro problema es que, en el  caso de aplazamiento, la  
transferencia de tecnología se vea afectada de  forma irreversible,  un 
 aspecto fundamental de la larguísima y novelesca  licitación. 
Javier  
Bonilla
defensa.com 







0 comentarios:
Publicar un comentario