A
 comienzos de mayo, Francia envío una petición formal para la 
adquisición de una primera serie de dos aviones no tripulados (UAV) 
Reaper y una estación de control, que serían suministrados a finales de 
año.
La carta de aprobación de las autoridades estadounidenses se espera que se reciba pronto.
La
 adquisición de estos dos UAV de General Atomics cierra un debate, 
cargado políticamente y que se llevaba arrastrando desde hace varios 
años, sobre que tipo de UAV deberían adquirir las fuerzas francesas para
 cubrir una falta de capacidades en aviones no tripulados.  
La intervención
 francesa en Malí ha mostrado la necesidad de aviones de gran duración y
 gran velocidad que puedan realizar misiones de inteligencia, vigilancia
 y reconocimiento (ISR) en el norte del país.
Hasta
 la fecha, las industrias francesas habían presionado para evitar la 
compra de UAV estadounidenses, temiendo que su adquisición, necesaria 
para cubrir las necesidades inmediatas y temporales de UAV para misiones
 ISR, pudiese convertirse en una solución permanente. El
 presupuesto para la adquisición de los Reaper es de 250 millones de 
dólares; en comparación, el desarrollo de un MALE europeo propuesto por 
Dassault Aviation y BAE Systems tendría unos costes de 1.300 millones de
 dólares.
En
 el Libro blanco de la defensa de Francia, publicado el 29 de abril, se 
detallaban los tipos de UAV de ISR: 4 aviones MALE Harfang del Ejército 
del Aire, unos 20 UAV tácticos de carácter temporal, SDTI, y más de 130 
miniUAV de reconocimiento; ningún UAV está armado.
Asimismo,
 indicaba que los medios ISR son una necesidad operativa crítica, 
sufriendo Francia un retraso de capacidades ISR y de tecnologías en el 
dominio de los UAV: el análisis de las experiencias en sus últimas 
operaciones revelaba un equipamiento insuficiente cualitativo y 
cuantitativo de los Ejércitos franceses. Los UAV Harfang y SDTI son ya 
antiguos.
El
 ministro de Defensa ha modificado la estrategia en relación con los 
UAV, cambiando la decisión de la administración anterior de elegir el 
Heron TP, de IAI con Dassault Aviation como socio francés. 
Las
 necesidades francesas de UAV de inteligencia, vigilancia y 
reconocimiento son de 30 UAV tácticos y 12 MALE, con prioridad la 
sustitución de los Harfang, dada la necesidad su empleo operativo 
inmediato para la vigilancia y observación del Sahel, necesidad que no 
permite el desarrollo de un nuevo programa francés de UAV para misiones 
ISR.
De
 los dos posibles modelos analizados, el Reaper estadounidense y el 
Heron-TP israelí, Francia se decidió por el Reaper, del que se va 
nacionalizr la carga útil (enlaces de datos y sensores específicos) y el
 ministro de Defensa ha propuesto, por otra parte, crear un club europeo
 de usuarios (Italia y Reino Unido) para europeizar la carga útil de los
 mismos. Inicialmente, Francia no ha considerado la necesidad de contar con UAV de combate.
En
 relación con el futuro de la cooperación europea en este sector, 
Francia considera que, si bien, en estos momentos debe adquirir un UAV 
existente en el mercado, aunque provenga de países no europeos, a más 
largo plazo, su prioridad es que las industrias francesas y europeas se 
movilicen para llenar el retraso que existe actualmente en este sector 
en Europa. 
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