La empresa Singular Aircraft ha 
fabricado cinco drones (aviones no tripulados) del modelo SA03, capaces 
de transportar 2.000 quilos, destinados tanto a uso civil como militar. 
Uno de éstos ya se ha empezado a probar en el aeropuerto de Alguaire 
(Lleida), donde la empresa espera construir un hangar de 20.000 metros 
cuadrados para fabricarlos en serie.
La extinción de incendios, el transporte
 de mercancías en zonas aisladas, trabajos de vigilancia en las 
fronteras y costas y realizar tareas agrícolas de fumigación y siembra 
son las cuatro principales aplicaciones de estos primeros prototipos de 
drones que se han fabricado en Cornellá (Barcelona). "Estos drones son 
capaces de lanzar 2.000 litros de agua sobre un fuego y pueden circular 
de noche, cuando es más fácil controlar los incendios" precisa el 
director de marketing de la empresa, Gabino Serrano. Estos aviones, si 
se destinan a un uso de vigilancia, tienen una autonomía de vuelo de 70 
horas.
Red comercial mundial
Los drones fabricados por Singular 
Aircraft, que se pueden controlar desde una estación de control desde el
 suelo o vía satélite, reduce los costes de adquisición y de operación. 
"El precio inicial de venta de un dron contra incendios es de 370.000 
euros frente a los más de 1,5 millones de euros que cuesta un avión 
tripulado destinado a este uso", apunta Serrano. Además, mientras que el
 coste operativo de un avión tripulado es de entre 1.500 y 3.000 euros 
la hora, esta cantidad se reduce hasta los 200 euros en el caso de un 
dron.
Un equipo integrado por 25 ingenieros y 
pilotos ha estado desarrollando durante dos años la tecnología para 
poner en marcha el proyecto. Esta cifra se puede incrementar hasta los 
200 empleados, en un periodo de cuatro años, si la empresa instala en el
 aeropuerto de Alguaire una planta de producción y montaje, que será una
 realidad cuando la Agencia Estatal de Seguridad Viaria autorice los 
vuelos de prueba en la infraestructura aeroportuaria leridana. La 
previsión es iniciar la producción en serie de estos aviones en 2014 y 
fabricar 300 unidades anuales a partir del 2017.
A
 lo largo de este año se trasladarán al aeropuerto de Lleida los otros 
cuatro drones fabricados para realizar las primeras pruebas de vuelo 
para mejorarlos y demostrar su fiabilidad. La empresa, que cuenta con 
una oficina de ventas en Londres, ha invertido en este proyecto más de 
tres millones de euros. Tal y como avanza Serrano, la intención de la 
empresa es abrir una red comercial en todo el mundo. "Hemos empezado a 
movernos en Asia ySudamérica, donde ya hay administraciones públicas interesadas en adquirir estos aviones". De momento, en Europa no existe una normativa que regule el vuelo de este tipo de aviones no tripulados.
V.Sosa   
http://www.defensa.com







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