Para cumplir misiones en el Ártico se está diseñando
asimismo una versión especial del helicóptero Mi-8 con el empleo de
tecnologías espaciales.
El Ministerio de Defensa de la
Federación Rusa planea rehabilitar aeródromos en el Ártico que, sin
lugar a dudas, requieren de defensa antiaérea. Se trata, antes que nada,
de la base aérea Temp en las islas de Nueva Siberia, en la que podrían
aterrizar aviones de toda clase, así como los aeródromos en los
archipiélagos de Nueva Zembla y La Tierra de Francisco José, destaca el
experto militar y director de la revista Arsenal Otéchestva (Arsenal de la Patria), Víctor Murajovski:
—Se
ubicarían en cadena en la zona ártica. El sistema de alcance corto
Pantsir-S1 y su versión modernizada, Pantsir-SM, actualmente en proceso
de desarrollo, están destinados a dar cobertura a las instalaciones
estacionarias, incluyendo, por supuesto, los aeródromos.
El
sistema Pantsir-S1 (SA22 Greyhound, en la clasificación de la OTAN)
está dotado de doce misiles guiados y dos cañones automáticos y puede
abatir tanto aviones tripulados como drones,
helicópteros y misiles de crucero, así como misiles guiados
aire-superficie.
El reforzamiento de la defensa antiaérea mediante el
despliegue de un sistema tan potente constituye tan un solo uno de los
pasos con vistas a potenciar la infraestructura militar en el Ártico.
Otros países árticos tampoco permanecen cruzados de brazos, siguiendo
ojo avizor los aprestos militares de Rusia e impulsando su propia
actividad militar en la zona, recalca Víctor Murajovski:
—Ejemplo
palmario de ello ofrece EEUU que desde hace mucho vienen desplegando en
el Ártico sus fuerzas de ataque, en particular, submarinos y aviones
estratégicos. Por la zona ártica pasarían las trayectorias de misiles
balísticos, incluyendo con ojivas nucleares. Algunos países de la OTAN,
como Noruega, también impulsan la actividad militar en el Ártico. Son
frecuentes los incidentes con pesqueros rusos que los guardacostas de la
Marina noruega hacen entrar en sus puertos para inspeccionar.
Una
actividad intensa desarrolla Canadá (también miembro de la OTAN) que
tiene desplegados en el Ártico armas de ataque aéreo y aviones de
patrullaje. De llamar a las cosas por su nombre, dichos Estados muestran
su descontento con el hecho de que Rusia vaya recuperando sus
posiciones en la zona. En la actualidad, Rusia está vertebrando el
sistema de control de la situación en el Ártico, integrado por
componentes aéreos, navales y radares.
Los sistemas como
el Pantsir aseguran una cobertura inmediata de las instalaciones.
Mientras tanto, para operar con eficacia con los misiles balísticos
intercontinentales y los misiles balísticos instalados en los
submarinos, es preciso disponer de un sistema de alerta temprana sobre
ataque de misiles.
Hacia el 2020, Rusia tiene previsto desplegar más de
diez centros de alerta temprana sobre ataque de misiles, lo que
permitirá cubrir todo el espacio ártico, así como algunas otras zonas,
hasta ahora no controladas por los sistemas de alerta temprana. Rusia
planea potenciar asimismo la defensa aeroespacial, integrada por
satélites de alerta sobre ataque, así como los que controlarán la
situación en tierra, mar y aire.
Foto: RIAN
http://spanish.ruvr.ru
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