REUTERS/Petar Kujundzic 
                  Las Fuerzas Armadas estadounidenses van a tener menos 
libertad de acción en la escena internacional debido a las pérdidas 
significativas que podrían tener por el acceso al nuevo armamento chino 
por parte de los países en desarrollo, que podrán adquirir "lo que 
quieran" del gigante asiático, sostiene 'Foreing Policy'. 
En las próximas décadas los sistemas de armamento baratos pero de calidad procedentes de China inundaran el mercado mundial,
 y en relación a esto le será más complicado al Ejército estadounidense 
llevar a cabo una intervención militar en los asuntos de otros países, 
escribe el periódico 'Foreign Policy'.
"Los sistemas de armamento chinos a menudo son mucho más baratos que 
los de la competencia de exportadores. Y aunque no son mejores que sus 
homólogos rusos o estadounidenses, son lo suficientemente buenos", 
analiza el periódico estadounidense.
Los países en desarrollo, que solo se podían permitir armas de 
segunda mano utilizadas durante la Guerra Fría, pronto serán capaces de 
adquirir todo lo que quieran: desde modernos cazas y buques de guerra 
hasta munición de alta precisión, sin que esto tenga un grave efecto en 
sus bolsillos. La calidad del armamento del gigante asiático va a crecer con el tiempo mientras que el precio bajará, sostiene el diario.
Asimismo, numerosos medios de comunicación señalan que la distribución de las armas chinas podría tener un efecto desestabilizador
 en aquellas regiones del mundo en las que está arraigada la enemistad 
entre territorios vecinos. 
De esta forma, 'Foreing Policy' establece que
 si un país compra armas más eficientes, su vecino puede sentirse 
amenazado y hacer lo mismo, lo que podría aumentar el conflicto entre 
ellos.








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