Los
lanzamientos de misiles en el Mediterráneo, detectados esta mañana por
Rusia y reivindicados luego por Israel como parte de un ensayo conjunto
con EEUU, reforzaron las expectativas de un inminente ataque a Siria en
respuesta al uso de armas químicas que Occidente incrimina al régimen de
Bashar Asad.
“Es un elemento de presión e intimidación, una demostración de que
los estadounidenses están preparando una intervención”, declaró a RIA
Novosti el diputado ruso Franz Klintsévich, subjefe del comité
parlamentario para la defensa y miembro del partido oficialista Rusia
Unida.
Para el legislador, “se trata de un tiro de prueba, un síntoma de que
habrá una operación terrestre que podría comenzar con ataques aéreos,
con armas de alta precisión”.
El contralmirante Viachelav Apanasenko, exmiembro de la delegación
rusa que en 1988 negoció con los estadounidenses las restricciones sobre
fuerzas nucleares estratégicas de emplazamiento naval, opina que los
cohetes fueron lanzados hoy desde un submarino estadounidense.
“Si se confirma que se han lanzado desde un submarino estratégico de
la Armada estadounidense, habrá que convocar una reunión extraordinaria
del Consejo de Seguridad de la ONU para que representantes de Washington
respondan a la comunidad internacional sobre los motivos de su
actuación”, dijo el experto.
Tales acciones, a su juicio, “ponen en peligro a la población de
países vecinos, así como buques mercantes y de guerra que se encuentran
en el Mediterráneo”.
El jefe del comité parlamentario de asuntos internacionales, Alexéi
Pushkov, señaló que lo ocurrido hoy “también es una señal por parte de
Israel (…) de que su sistema de defensa antimisiles podrá repeler
cualquier amenaza en caso de un ataque”.
El politólogo Fiódor Lukiánov considera que las provocaciones con
respecto a Siria continuarán hasta el 9 de septiembre, fecha en que el
Congreso estadounidense decidirá sobre una represalia contra el régimen
de Bashar Asad, al que EEUU y sus aliados incriminan el ataque químico
del 21 de agosto con centenares de muertos cerca de Damasco.
“Cuanta más incertidumbre hay, más personas quieren forzar la toma de
decisión, hacer algo para desbaratar las dudas que Obama probablemente
tiene. El margen de provocaciones aquí es ilimitado”, comentó.
© RIA Novosti. Mijail Fomichev
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