El término 'destructor' procede de la Armada española, que botó en 1886 un nuevo tipo de barco, que, en comparación con sus moderadas dimensiones -menos de 60 metros de eslora-, tenía mucha capacidad de fuego. Su nombre era 'Destructor'.
El acierto de su diseño hizo que otras armadas copiaran el concepto 'destructor' y que, con el tiempo, fueran construyéndose cada vez de mayores dimensiones, hasta llegar a la actualidad en que los hay de más de 150 metros de eslora. Según las diferentes fuerzas navales, buques parecidos pueden recibir denominaciones como 'cruceros' o 'fragatas'.
El acierto de su diseño hizo que otras armadas copiaran el concepto 'destructor' y que, con el tiempo, fueran construyéndose cada vez de mayores dimensiones, hasta llegar a la actualidad en que los hay de más de 150 metros de eslora. Según las diferentes fuerzas navales, buques parecidos pueden recibir denominaciones como 'cruceros' o 'fragatas'.
Los actuales destructores estadounidenses DDG son los más modernos y están dotados de un armamento muy variado y potente, controlado por el sistema de combate AEGIS, que dota también a las fragatas españolas de la clase F-100.
Disponen de misiles Tomahawk para ataque a tierra a más de 1.000 km, misiles Harpoon antibuques, misiles Loral antisubmarinos y, los que le dotan de actualidad, los misiles antimisiles Standard.
Los misiles Standard se integran en el escudo antimisiles que la OTAN despliega para proteger Europa y que se basa en dispositivos de detección de misiles en vuelo instalados en satélites
y en tierra (en Turquía, Rumanía y Polonia, con un mando central en
Alemania).
Los destructores DDG son bases móviles de lanzamiento de
misiles que, partiendo de Rota y regresando para repostar y dar descanso
a las tripulaciones, operarán en los escenarios de posible uso de sus sistemas de detección y fuego.
Los DDG tienen, para su defensa cercana, un cañón automático de 127 mm, dos torres de cañones rotatorios Vulcan Phalanx de 20 mm -especialmente para defensa antimisil- y torpedos.
Como
complemento de las armas anteriores, cuenta con diversos tipos de
lanzadores de señuelos, que son unos dispositivos que pretenden engañar
al armamento enemigo y evitar el impacto.
Además, los destructores llevan helicópteros del tipo Sea Hawk para
la exploración y un destacamento de infantería de marina para su propia
seguridad en los puertos en los que atraquen. Ambos, helicópteros y marines, también pueden ser utilizados en acciones de ataque o defensa.
Estos destructores tienen una tripulación de 273 hombres, una eslora, o longitud, de 154 metros y una velocidad máxima que supera los 30 nudos (más de 56 km/h), características que los hacen ligeramente mayores que las fragatas de la clase F-100 de la Armada española.
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