La firma alemana Krauss-Maffei Wegmann (KMW) ya ha entregado un millar de vehículos militares Dingo a Alemania. Estos todoterrenos, en los que nunca ha muerto ningún soldado, comenzaron a suministrase hace trece años, después de que el Ejército alemán hubiese identificado durante sus primeras misiones con la ONU
 –en torno a los años 1994 y 1995– qué necesidades debía cubrir su nueva
 generación de vehículos de ruedas. Arabia Saudí es el último país en 
interesarse por esta plataforma cuya última versión opera hoy día en 
seis fuerzas armadas.
El primer Dingo fue recibido en agosto de 2000 para formar parte del contingente alemán desplegado en Kosovo y Macedonia para la misión KFOR liderada por la OTAN.
 Poco después los pasajeros de uno de estos vehículos salvaron la vida 
tras pasar por encima de una mina antitanque gracias a sus 
características.
Desde entonces y hasta ahora ningún soldado ha perdido la vida en un Dingo, lo que ha contribuido a forjar su reputación de vehículo mejor protegido y más seguro de su clase.
Sus desarrolladores destacan su alta movilidad y la protección de primera clase con la que está dotado. El Dingo, señalan, es capaz de adaptarse a distintas misiones y de momento ya se ha construido en dieciséis variantes distintas.
La serie Dingo 2 opera actualmente en media docena de países. Hace unos meses Arabia Saudí
 se interesó por la compra de una treintena de estos vehículos, lo que 
supondría un contrato de 100 millones de euros. De resultar 
satisfactoria, la compra podría incluso aumentarse hasta alcanzar las 
cien unidades.
A raíz de las primeras informaciones sobre este 
posible acuerdo los grupos de derechos humanos y la oposición alemana 
han rechazado las intenciones de su Gobierno de llevarlo a cabo.
Si
 la operación cuaja finalmente, el entrenamiento de los soldados árabes 
tendría lugar en unas instalaciones de la ciudad germana de Leipzig, según apuntó el dominical Bild am Sonntag hace medio año.
Contra minas, emboscadas y amenazas atómicas
Los Dingo 2
 están concebidos para resistir el impacto de minas y las emboscadas. 
Además, cada blindado está equipado con sistemas contra amenazas 
atómicas, biológicas y químicas (ABQ). Su fabricante lo
 define como “el más seguro y mejor protegido vehículo de ruedas de su 
clase”, y de un “excepcional rendimiento en terrenos extremadamente 
complicados y bajo condiciones climáticas límite”.
Su fabricante, KMW, produce blindados tanto de ruedas como de cadenas en plantas de  Alemania, Brasil, Grecia, Países Bajos, Mejico, Singapur, EE UU y Turquía
 en las que trabajan 3.200 empleados. Entre sus desarrollos –algunos de 
ellos fabricados en colaboración con otras firmas– se encuentran los 
blindados de ruedas Mungo, AMPV, F2, GFF4, Terrier y Boxer, además de los Dingo; los vehículos de reconocimiento, antiaéreos y sistemas de artillería Fennek, Gepard, LeFlaSys, Howitzer 2000, Donar, MLRS y AGM; los tanques de batalla pesados Leopard 1 y 2, los vehículos de combate de infantería Puma y los lanzapuentes Leguan.
La
 firma, cuyas ventas anuales ronda los mil millones de euros, también 
desarrolla sistemas de simulación para uso civil y militar, equipos de 
mando e información, y estaciones de armas por control remoto con 
sistemas de reconocimiento y observación para misiones tanto diurnas 
como nocturnas. Más de una treintena de países disponen de sistemas 
tácticos fabricados por KMW.
Infodefensa.com
Ginés Soriano







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