Ankara sigue reforzando
sus fronteras con Siria ante la cada vez más cercana posibilidad de un
ataque contra Damasco por parte de algunas potencias occidentales.
Este
fin de semana, Turquía daba el visto bueno al desplazamiento de hasta
seis “F-16” a la frontera con Siria. Las aeronaves partieron de la base
militar de la Fuerza Aérea en Diyarbakir, en el sureste del país, y se
suman al despliegue llevado a cabo por Ankara en la zona limítrofe entre
ambos países, donde ya se cuentan 450 vehículos blindados y 15.000
soldados.
Ankara acomete, además, la puesta en marcha de una nueva base
militar en Hatai, en la frontera suroriental con Siria.
A la espera de la decisión del Congreso de EEUU, prevista para el 11 de
septiembre, sobre la ofensiva militar contra Al Assad, Turquía ha sido
uno de los países más proclives a la intervención militar en Siria desde
que estallase el conflicto, que ha generado el desplazamiento de casi
medio millón de refugiados sirios a las fronteras turcas.
El primer
ministro, Tayyip Erdogan, volvió a confirmar por enésima vez frente a la
comunidad internacional su incondicional posicionamiento como aliado de
EEUU y Arabia Saudí, después de explicar durante la reunión del G-20
que este apoyo contra Siria no es “en ningún caso un llamamiento a la
guerra. En la casa de un vecino comenzó un incendio y si no lo apagamos
el fuego se propagará hasta nosotros”.
defensa.com
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