El sistema norteamericano de defensa antimisiles en Europa es utilizado una vez más como mecanismo de presión contra Rusia. Días atrás, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, confirmó que en Polonia se emplazarán elementos del escudo antimisiles europeo a más tardar en 2018.
Dinamarca anunció la posibilidad de adherirse a dicho 
sistema. Occidente, incapaz de influir sobre la postura de Rusia en 
relación a Ucrania y Crimea, retoma los métodos basados en el espíritu 
de la Guerra Fría.
El sistema europeo de defensa 
antimisiles no apunta a Rusia, repiten una y otra vez los políticos 
occidentales. Sin embargo, siempre que entre Washington y Moscú surgen 
discrepancias sobre el problema que sea, la cuestión de los misiles 
interceptores sale a primer plano y los elementos del sistema 
antimisiles se acercan cada vez más a las fronteras de Rusia. Ahora el 
asunto ucraniano es el factor provocador, señala Iván Konoválov, 
director del Centro de Coyuntura Estratégica:
—El
 problema de la defensa antimisiles lleva muchos años. Las partes –EEUU,
 la OTAN y Rusia– no consiguieron encontrar puntos de contacto. 
Precisamente por eso Rusia pide garantías vinculantes de que el referido
 sistema no está dirigido contra su potencial estratégico. 
Occidente no 
quiere dar tales garantías. Y, claro está que los hechos que ahora 
tienen lugar en Ucrania agravan la situación en torno al escudo 
antimisiles. En las situaciones en que Occidente busca cualquier 
instrumento de presión contra Rusia el escudo antimisiles vuelve a 
ocupar las primeras posiciones. Más que nada se trata de un juego 
político.
El programa nuclear iraní fue 
inicialmente el fundamento oficial para la creación del sistema de 
defensa antimisiles en Europa. Ahora se ha alcanzado un notorio progreso
 en este sentido. Pero el escudo antimisiles igualmente sigue 
desarrollándose. En febrero, el primero de los buques militares 
norteamericanos, que deben conformar el componente marítimo del sistema 
de defensa antimisiles de EEUU en Europa, llegó a la base naval española
 de Rota. 
Para más adelante se esperan otros tres buques. Además, las 
autoridades española permitieron el alojamiento en su territorio de 
militares de EEUU, junto con sus familias; en total mil cuatrocientas 
personas. En otoño del año pasado, en Rumanía se inició la construcción 
del sistema de defensa antimisiles de EEUU en Europa. En cuanto a 
Polonia, dicho asunto fue hasta los últimos tiempos una cuestión 
controvertida. 
Pero ahora, Joe Biden, confirmó que a más tardar en 2018 
se instalarán elementos del escudo antimisiles. Por esto EEUU prometió 
modernizar el ejército polaco. De acuerdo con algunos datos, EEUU ya 
envió a Polonia doce cazas F-16, aviones de transporte y trescientos 
soldados.
Destaquemos que, según los planes, la misión 
del escudo antimisiles polaco será abatir misiles de medio y corto 
alcance. Rusia no los tiene. El tratado de destrucción de dichos misiles
 fue firmado por la Unión Soviética y EEUU a finales de 1980 y quedó 
cumplido en 1991. 
Tal como todos han podido convencerse, el programa 
nuclear de Irán nada tiene que ver con la creación del sistema 
norteamericano de defensa antimisiles en Europa. Cabe preguntarse: ¿para
 qué hace falta dicho sistema? El vicedirector del Instituto de EEUU y 
Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Pável Zolotariov, opina:
—Pienso
 que este sistema debe ser contemplado sin ligarlo a los misiles 
nucleares. No por casualidad, los norteamericanos están estudiando la 
cuestión de crear medios de ataque global, o sea misiles con cargas 
convencionales de alcance global y, en general, elementos de armas de 
alta precisión, o sea medios de guerra de la llamada sexta generación, 
en la que las fuerzas armadas convencionales no entran en contacto 
directo. 
El escudo antimisiles de hecho da ventajas a una de las partes 
en semejante tipo de guerras. Y el sistema de defensa antimisiles en 
Europa es, por sobre todas las cosas, un sistema de mando que permite, 
en caso de necesidad, desplegar y guiar esos medios. Este es el 
fundamento que los norteamericanos están creando en Europa.
Al
 comentar las declaraciones de políticos occidentales sobre el posible 
empleo y ampliación de las sanciones contra Rusia, entre las cuales 
figura indirectamente el despliegue del escudo antimisiles de EEUU en 
Polonia, la Cancillería rusa subrayó que las “tentativas de hablar con 
Moscú desde “posiciones de fuerza” y de amenazar a los ciudadanos rusos 
con sanciones no llevan a ninguna parte. Y advirtió de que la aprobación
 de medidas de presión no es nuestra opción, aunque no quedarán sin una 
respuesta adecuada por parte de Rusia.
En particular, el
 Ministerio de Defensa de Rusia está desplegando a lo largo del 
perímetro del territorio del país una red adicional de radares 
especializados de nueva generación. Estos son capaces de resolver 
tareas, incluso teniendo en cuenta las eventuales amenazas en la esfera 
aeroespacial. Varios de estos radares ya están funcionando exitosamente.
Por ejemplo, en Mordovia (parte europea de Rusia) se instaló un sistema
 de detección de alta precisión tras el horizonte. El sistema permite 
seguir e identificar objetos de la aviación de guerra y civil a una 
distancia de tres mil kilómetros y una altura de cien kilómetros, 
detectar los lanzamientos de misiles de crucero y hasta observar los 
vuelos de entrenamiento de avionetas deportivas en Europa.
Foto: radartutorial.eu











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