Rusia
 instalará sistemas de misiles Iskander-M a unos 100 kilómetros de la 
frontera con Kazajstán, informó hoy el diario Izvestia.
Cuando sea necesario proteger a Rusia o a sus aliados de Asia Central
 de amenazas externas, los sistemas podrán trasladarse al territorio 
kazajo por un acuerdo con Astaná, socio de Moscú en la Organización del 
Tratado de Seguridad Colectiva.
Un portavoz de Defensa dijo a Izvestia que la empresa Spetsstroi 
completará hacia finales del año la construcción de los depósitos 
correspondientes en la localidad Tótskoye-2, en la región de Oremburgo.
Los Iskander-M tienen un alcance de 500 kilómetros (hasta 2.000 
kilómetros, en el caso de misiles de crucero R-500), de manera que los 
sistemas cubrirán una zona que se extiende hasta las fronteras del sur y
 el sureste de Kazajstán.
“La retirada estadounidense de Afganistán podría desestabilizar la 
situación en Kirguizistán y Uzbekistán. Las tropas rusas del Distrito 
Militar Central deberían en este caso moverse rápidamente para ayudar a 
Kazajstán, que no dispone de fuerzas importantes, a proteger las 
fronteras”, señaló Vasili Kashin, director de la revista Moscow Defence 
Brief.
También el jefe del Instituto de Evaluaciones Estratégicas, Alexandr 
Konoválov, opina que “la retirada estadounidense de Afganistán entraña 
el riesgo de una fuerte desestabilización”, a saber, una oleada de 
islamismo radical que podría extenderse a las repúblicas postsoviéticas 
de Asia Central.
Izvestia
© RIA Novosti. Aleksei Danichev
© RIA Novosti. Aleksei Danichev









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