El
 ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, afirmó hoy que todavía 
existen discrepancias entre Rusia e Italia con respecto al escudo 
antimisiles en Europa (EuroDAM).
“Quisiera resaltar que todavía existen notables discrepancias (entre 
los dos países) con respecto a la defensa antimisiles en Europa”, dijo 
Serdiukov tras reunirse con su homólogo italiano, Giampaolo Di Paola, en
 el marco del encuentro bilateral de titulares de Defensa y Asuntos 
Exteriores en Moscú.
El ministro ruso de Defensa propuso a su homólogo italiano enviar al 
viceministro de Defensa de Italia a la conferencia sobre DAM que se 
celebrará en Moscú en mayo próximo con el objetivo de “analizar los 
aspectos técnicos y militares de DAM y estimular la búsqueda de 
soluciones aceptables para todas las partes interesadas”.
La OTAN tomó la decisión de desplegar su escudo antimisiles en Europa
 en al año 2010, durante la cumbre de la Alianza Atlántica en Lisboa. Se
 prevé que el nuevo EuroDAM integrará los sistemas antimisiles 
nacionales de los países miembros de la Alianza junto con los elementos 
del DAM estadounidense emplazados en Europa.
Según el plan aprobado, el EuroDAM incluirá en particular un radar de
 alerta temprana en Turquía, bases de misiles interceptores SM-3 en 
Rumania y Polonia y buques de guerra estadounidenses estacionados en el 
puerto español de Rota, además de radares móviles de alerta temprana 
emplazados en barcos de la Armada neerlandesa.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró en 
octubre de 2011 que el escudo antimisiles en Europa se hará plenamente 
operativo en 2018, mientras que en la cumbre de la Alianza en Chicago, 
en mayo próximo, se anunciará la disponibilidad operativa inicial del 
EuroDAM.
Inicialmente, Rusia y la OTAN acordaron cooperar en el proyecto del 
escudo antimisiles, sin embargo, las negociaciones se vieron estancadas 
por falta de garantías vinculantes de que el sistema no apunta contra el
 potencial estratégico de Rusia.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció en noviembre pasado 
medidas de carácter militar-técnico y diplomático con que Rusia 
respondería al despliegue del escudo antimisiles en Europa, como por 
ejemplo el posible emplazamiento de sistemas de misiles Iskander en la 
provincia de Kaliningrado, la región más occidental de Rusia.







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