4.386.621 euros es el monto total de los dos contratos que le han 
sido adjudicados al fabricante Instalaza para el suministro de 
simuladores Saara para sistemas de armas Alcotán-100 y C90 (por valor de
 748.422,08 euros y número de expediente 209112012013900) y, con número 
de expediente 209112012013600 y también procedimiento negociado sin 
publicidad, la adquisición de direcciones de tiro VOSEL y su apoyo 
logístico asociado, este segundo contrato por valor de 3.638.199,6 euros
 con impuestos. Ambos han sido tramitados por la Jefatura de Asuntos 
Económicos del Mando de Apoyo Logístico.
Asimismo, la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico ha convocado una licitación por 3.377.072,49 euros para la adquisición de municiones Alcotán ABK, Alcotán-BIV y cartuchos para entrenador Alcotán TR-ALC
 (número de expediente 209112012024300, procedimiento negociado sin 
publicidad y tramitación urgente) con plazo de presentación de oferta 
hasta el 3 de diciembre de 2012.
El Alcotán 100 es un arma de infantería, de 600 metros de alcance, 
con dirección de tiro optrónica, reutilizable  y con total capacidad 
día/noche, telemetría láser, sensor de desplazamiento lateral del 
blanco, y presentación del punto futuro. Tiene tres tipos de munición 
específicos para diferentes blancos, anti-tanque, anti-blindaje / 
fragmentación y anti-bunker, que pueden dispararse desde espacios 
cerrados.
El proyecto de adquisición del lanzagranadas Alcotán-100 arrancó en 
el año 2003. Surgió para dotar a las unidades de Infantería y Caballería
 de un sistema que incrementase la potencia de fuego de las pequeñas 
unidades hasta media distancia.
Tras varias mejoras y modificaciones, la versión M2 ha mejorado la 
primera, de la que sólo queda un remanente de munición que, en cuanto se
 termine, conllevará su desaparición por problemas de incompatibilidad 
con la nueva, que ofrece mejores prestaciones y capacidades y cuyo 
manejo es aún más rápido y sencillo, según informaba el pasado abril el 
Ejército.
La distribución de estos nuevos sistemas comenzó en el año 2009, 
entre las unidades de la Fuerza —de Infantería Ligera, Caballería e 
Ingenieros—, a donde irán a parar los más de medio millar de 
lanzagranadas y las casi 300 direcciones de tiro previstas. El sistema 
se completa con un simulador y un entrenador, de los que se prevé 
entregar 23 y 53, respectivamente.
Dirección y munición
El Alcotán-100 es un arma ligera, que se coloca sobre el hombro para 
disparar, y que tiene un alcance superior a 500 metros. Cubre el rango 
intermedio entre el lanzagranadas C-90 y el misil Spike, y sus 
características le permiten batir una amplia variedad de blancos, como 
los actuales carros de combate dotados con los blindajes más modernos. 
Tiene un bajo retroceso y su firma visual y acústica es mínima.
El sistema está formado por dos componentes principales: por un lado,
 la munición; y por otro, la dirección de tiro. La munición está 
compuesta por el tubo lanzador, el motor de lanzamiento y el proyectil. 
Va empacada y es desechable. La versión M2 de la dirección de tiro Vosel
 confiere a esta arma una elevada probabilidad de impacto al primer 
disparo.
Entrenamiento en dos fases
Para adiestrar a los tiradores del Alcotán se ha desarrollado un 
sistema de entrenamiento en dos fases. La primera se realiza por medio 
de un entrenador en aula denominado SAARA (Sistema Autónomo de 
Aprendizaje Rápido en Aula). Se trata de un equipo portátil, de sencilla
 utilización, que simula las condiciones de empleo del arma. El equipo 
muestra sobre una pantalla la imagen de un blanco, que puede ser 
estático o moverse en varias direcciones y a diversas velocidades, al 
cual debe disparar el tirador, utilizando un arma simulada que reproduce
 fielmente la forma, peso y manejo del arma real. Desde el puesto de 
control, el instructor ha seleccionado un blanco generado por ordenador 
—con lo que puede determinar la distancia, velocidad y dirección, tanto 
de día como de noche—, o una filmación real, que incluye blancos 
simultáneos. Para alcanzar el objetivo, el tirador debe realizar 
exactamente la misma secuencia de acciones que con el arma real, de modo
 que el instructor puede evaluar el nivel de comprensión y la habilidad 
de cada tirador, antes de pasar al siguiente estadio de la instrucción.
La segunda fase se lleva a cabo en el campo o en una galería de tiro.
 Durante esta se utilizan una dirección de tiro Vosel y un entrenador 
subcalibre TR-ALC (M2). La dirección de tiro es la misma usada con el 
arma de guerra, e identifica al entrenador subcalibre automáticamente al
 ser conectados, pero con todas las funciones de la dirección de tiro 
igualmente operativas.
El TR-ALC presenta la misma forma externa, dimensiones y peso que una
 munición de guerra, y se maneja de igual manera. La munición que 
utiliza este entrenador es un cartucho de diseño específico, denominado 
CAR. TR-ALC, formado por una bala trazadora y una carga de rebufo. Dadas
 las características de la bala trazadora, tanto el instructor como el 
tirador pueden seguir la traza hasta el blanco, lo que permite una 
inmediata evaluación del disparo. La carga de rebufo simula el efecto a 
retaguardia de la munición real.








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