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Los planes de emplazamiento de misiles 
Patriot en la región de la frontera entre Turquía y Siria tienen un 
carácter defensivo –declaró el secretario general de la OTAN, Anders 
Fogh Rasmussen, en la conversación telefónica que mantuvo con el 
canciller ruso Serguei Lavrov.
Con anterioridad, Moscú había 
expresado su preocupación por la militarización de la referida región. 
Semejantes pasos pueden desembocar en un conflicto militar de mayor 
envergadura –subrayó Serguei Lavrov. Entretanto, hay expertos que 
consideran que la instalación los Patriot es el prólogo del 
establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre el territorio de 
Siria. 
La charla telefónica se celebró a instancias 
del jefe de la Alianza. En la Cancillería rusa destacan que Rasmussen 
quería aclarar la situación del despliegue en Turquía de sistemas de 
misiles antiaéreos sobre plataforma móvil Patriot. Ankara presentó el 
miércoles la solicitud correspondiente al mando de la OTAN. En el curso 
del mes pasado en los medios más de una vez se filtraron noticias de que
 Turquía piensa dirigirse a Bruselas. Es posible que de tal manera 
Ankara intentara presionar de forma indirecta sobre los socios de la 
Alianza. Es que la OTAN se resistió hasta último momento a incorporarse 
al conflicto –señala el politólogo Stanislav Tarásov: 
–Los
 turcos solicitaron a la OTAN inmiscuirse en el conflicto, tal como lo 
estipula el artículo 5 sobre la “defensa de los territorios”. Es decir, 
querían asegurarse la presencia militar de la OTAN. La Alianza se negó, 
desviando la discusión hacia el artículo 4 sobre la “prestación de 
asistencia”. La OTAN debía reaccionar de alguna manera, adoptar acciones
 concretas. 
La OTAN ya declaró que estudiará 
la solicitud de Turquía “con urgencia”. Por su parte, el Ministerio 
alemán de Exteriores manifestó que se debe satisfacer la solicitud de 
forma inmediata. Los medios incluso informaron que Berlín está dispuesto
 no solo a suministrar sistemas de misiles de defensa antiaérea, sino 
también a enviar a la región ciento veinte soldados de la Bundeswehr. En
 la propia Turquía no solo concentraron tropas en la frontera con Siria,
 sino también aprobaron una ley que permite introducir tropas en 
territorio del vecino en caso de una amenaza militar. Recordemos que el 
pretexto para semejante militarización fue la serie de disparos de 
obuses desde Siria, que, dicho de paso, Damasco calificó de fortuitos. 
El
 jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov declaró el viernes la 
inadmisibilidad de una escalada del conflicto. Moscú comprende la 
preocupación de Turquía y los argumentos de la Alianza, pero en ámbito 
militar lo importante no son las intenciones, sino el potencial –indicó 
el ministro. De ahí que la militarización de la región en la frontera 
entre Turquía y Siria pueda impulsar un desarrollo descontrolado de los 
hechos –dijo el diplomático respondiendo a una pregunta de La Voz de Rusia: 
–Simplemente
 podemos deslizarnos por un plano inclinado, tendiéndonos trampas a 
nosotros mismos y a nuestras promesas de lograr un arreglo político. 
Cualquier acumulación de armas genera riesgos y, seguramente, cierta 
tentación en aquellos que quisieran aprovechar el factor militar 
exterior. Esperamos que esto no ocurra y que todos los actores 
exteriores enfoquen con el máximo de responsabilidad todo el acontecer 
en la región. 
Esto significa que en Siria 
puede materializarse el guión libio –estiman expertos. Así las cosas, 
esto puede ser un factor decisivo. Es que ahora la oposición está 
perdiendo apoyo dentro del país y la supremacía está del lado de Asad 
–sostiene el orientalista Azhdar Kúrtov: 
–La
 frontera sirio-turca presenta un relieve montañoso complicado. La 
práctica ha demostrado que la aviación de combate es el medio más eficaz
 de lucha contra los rebeldes en las montañas. Si Turquía emplaza los 
sistemas Patriot, en realidad obtiene la posibilidad de bloquear el 
empleo de la aviación siria precisamente en las regiones fronterizas de 
Siria y no de Turquía, lo que puede cambiar la marcha de las acciones 
militares. Cuando derrocaban a Gadafi, sobre el territorio libio se creó
 una zona de exclusión aérea, y algo semejante puede hacerse en la 
región de la frontera entre Turquía y Siria. 
Los
 temores de Moscú también pueden obedecer a otras causas que nada tienen
 que ver con la crisis siria –considera el politólogo turco Barish 
Adibelli: 
–Por 
cierto que el hecho de que en las fronteras del sur del país aparezca 
uno de los elementos del sistema de defensa antimisiles de la OTAN causa
 preocupación a Moscú. En relación al emplazamiento de los sistemas 
Patriot en Turquía, Moscú teme que estos también puedan ser utilizados 
como uno de los elementos del sistema de alerta temprana, o sea, de 
hecho, como uno de los elementos del escudo antimisiles europeo que 
promueve EEUU. 
Ankara reaccionó el viernes a 
la declaración de Moscú. El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan 
calificó de errónea la reacción a la posible instalación de los Patriot.
 Según él, Rusia procura presentar el problema interno de Turquía “como 
problema propio”. Pero esta declaración no cambia la esencia de los 
temores.
mj/kg
Polina Chérnitsa  /  http://spanish.ruvr.ru
© Foto: Darkone /http://en.wikipedia.org 






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