El ministro de Defensa australiano, David Johnston, ha anunciado hoy su decisión de que al concurso para construir dos nuevos buques de aprovisionamiento para su Armada sólo concurran dos competidores: la española Navantia y la surcoreana Daewoo.
Fuentes de la industria han explicado a Infodefensa.com
que en este caso, pese a la dura competencia que siempre suponen los
coreanos, la opción española cuenta con mayores posibilidades.
Los
trabajos de los coreanos, han concretado, no cumplen con los requisitos
de la RAN (Real Armada de Australia),
como sí hace la compañía española, que además tienen una fuerte
implantación en Australia, para la que han construido buques como los LHD y donde recientemente estuvo operando el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) Cantabria
para atender precisamente las necesidades australianas en operaciones
de abastecimiento y, de paso, familiarizar a sus marineros con un buque
similar a los que podría acabar encargando ahora.
“La competencia entre estos dos experimentados astilleros es el mejor
modo de asegurar la entrega de los buques a buen precio y en el marco
de tiempo requerido”, ha explicado Johnston, que de este modo ha dejado
fuera del proceso a los astilleros australianos, a los que esta semana ha llamado la atención por su baja productividad en el programa de destructores antiaéreos AWD, que se construyen en el país con un diseño basado en las fragatas españolas F100 de Navantia.
El ministro ha optado en esta ocasión por encargar la construcción, y
no sólo el diseño, como ocurrió con estos destructores, a empresas del
exterior, de modo que la inversión resulte más rentable (el programa de
los AWD, estimado en unos 6.200 millones de euros, ya ha incrementado su precio en 220 millones y arrastra un retraso de dos años).
Con esta medida el Gobierno australiano trata de atender la “urgente
necesidad de grandes buques de apoyo que evaluamos que están más allá de
la capacidad de Australia para producir de forma competitiva en este
escenario”.
Problemas con los astilleros locales
De continuar los problemas en los astilleros australianos también
podrían acabar fabricándose fuera del país las ocho fragatas que está
previsto licitar más adelante, aunque Johnston ha afirmado que su
intención es que esta flota, para cuyo diseño ya se han destinado 78,3
millones de dólares, sea fabricada en el país.
El ministro, en todo caso, ha advertido que este encargo podría
acabar también en el extranjero si la industria local no remonta su
vuelo: “Ningún gobierno responsable podría considerar la posibilidad de
seguir trabajando para una industria que está funcionando tan mal”, ha
apuntado.
La decisión de optar con Navantia y Daewoo como únicas competidoras por las ofertas para reemplazar al HMAS Success y HMAS Sirius ha levantado fuertes críticas internas en Australia, donde el sindicato de trabajadores AMWU
ha denunciado la decisión de deslocalizar la construcción naval
australiana. Al mismo tiempo, el sindicato ha acogido con satisfacción
la anunciada decisión del Gobierno de construir en el país una veintena
de nuevas patrulleras de la Clase Pacífico.
En un comunicado publicado hoy por el Ministerio de Defensa de
Australia, Johnston ha conminado a “armadores y sindicatos navales a
entender que la construcción naval en Australia está en una encrucijada
crítica”, lo que le ha llevado a tomar esta medida.
Por su parte, el líder de la oposición, Bill Shorten,
ha acusado al gobierno de “torpedear” miles de empleos de la industria
de defensa en Australia por esta decisión que ha calificado de
“imprudente” por poner la capacidad de defensa y de construcción naval
del país “en riesgo de cara al futuro”.
La experiencia de España sirviendo a la RAN
Las posibilidades de Navantia para hacerse con el contrato de los dos
futuros buques de aprovisionamiento en combate son muy altas, dado que
se trata de un cliente con una gran querencia por los productos de esta
empresa –ha adquirido dos LHD similares al buque de proyección estratégica Juan Carlos I español y el diseño y parte de los destructores AWD, basados en las F100, entre otros– y conoce muy bien con qué tipo de nave va a optar España a este concurso.
De hecho, el año pasado el BAC Cantabria completó con la Marina Australiana
79.000 millas (equivale a dos vueltas a la tierra) durante 215 días de
mar. A lo largo de ese tiempo realizó más de medio centenar de maniobras
RAS y 150 operaciones con aeronaves, todas ellas con
tripulación australiana, lo que permite a la RAN conocer a fondo con qué
tipo de buque contaría si finalmente su Gobierno opta por el producto
español.
Infodefensa.com
0 comentarios:
Publicar un comentario