Todos recuerdan la escena de la película Terminator 2,
 cuando Arnold Schwarzenegger abre fuego con un arma rotativa de seis 
cañones, convirtiendo en pedazos un coche de la policía en solo un par 
de segundos. 
Se trataba de la ametralladora de aviación M134 Minigun, 
que solo podía mantener en las manos durante la ejecución del fuego 
Terminator, ya que el peso de esta arma es de 76 kilos y su culatazo al 
disparar es de entre 70-130 kilos. 
Las máquinas pueden aguantar esa 
carga pero Terminator podría disparar de forma autónoma solo con una 
pieza de artillería del tipo GSh y no con un Minigun estadounidense.
Los
 constructores soviéticos Vasili Griazev y Arkadi Shipunov, a diferencia
 de sus colegas norteamericanos, crearon un sistema accionado por los 
gases del disparo, que proporciona autonomía a la ametralladora. M134 
Minigun tiene que ser propulsado mediante un sistema eléctrico, es 
decir, los cañones funcionan con una batería. 
Es por eso que en la 
película los directores tuvieron que esconder los cables de alimentación
 bajo las piernas de Arni. En la película Depredador uno de los 
personajes también utiliza una Minigun. 
Los cañones rotativos con una 
potencia de fuego de huracán son muy populares en los EE UU, cosa que no
 es sorprendente ya que el inventor del sistema Gatling fue el 
estadounidense Richard Gatling, que en 1862 creó la ametralladora 
multicañón con una cadencia de fuego ininterrumpida.
En
 las películas modernas de superhéroes normalmente muestran los “hijos 
menores” del sistema Gatling, de menos peso y calibre, pero  sus cañones
 clásicos tienen un calibre de entre 23 y 30 milímetros y se instalan en
 aviones, helicópteros y barcos. 
Sin embargo, son pocos los que saben 
que fue precisamente gracias a los constructores soviéticos que el 
sistema Gatling vivió un segundo nacimiento. Éstos aumentaron la 
velocidad de tiro hasta 10.000 disparos por minuto, lo que permitió el 
uso de esta arma en aviones para destruir objetivos aéreos.
En
 la Segunda Guerra Mundial los pilotos se enfrentaron al problema de 
combinar la velocidad de vuelo y los ataques a blancos terrestres y 
aéreos. En tanto que la velocidad del ataque era de 100 m/s, con una 
ametralladora con una cadencia de fuego de 600 disparos por minuto los 
impactos de bala se iban sucediendo cada 10 m. La amplitud de los 
impactos de los disparos todavía era más grande durante el transcurso de
 una batalla aérea. 
Los
 norteamericanos consiguieron crear el arma de seis cañones con una alta
 cadencia de  tiros en 1959, se trataba de la M61 Vulcan con una 
velocidad de 4.000 tiros por minuto. Los constructores soviéticos 
Griazev y Shipunov inventaron un arma aérea similar, GSh 23, pero con 
doble cañón automático. Sin embargo, las autoridades soviéticas 
decidieron detener su construcción.
Inspiración de Vietnam
A
 mediados de los años 1960 Arkadi Shipunov consiguió visitar Hanoi 
(Vietnam), donde tenía lugar el enfrentamiento entre los guerrilleros 
vietnamitas prosoviéticos y las fuerzas norteamericanas. 
Al regresar, 
Shipunov informó al ministro de Defensa de la Unión Soviética, Dmitri 
Ustínov, sobre la potencia de M61 Vulcan y recibió el permiso para crear
 un cañón soviético del sistema Gatling. Shipunov y Griazev se pusieron 
manos a la obra para perfeccionar su GSh-6—23 y en 1974 instalaron el 
cañón en un barco como sistema de defensa antiaérea y después en los 
aviones de caza MiG-31 y Su-24. 
Los helicópteros de ataque también 
recibieron “el arma de Terminator”, el cañón GSh-6-23 también se puede 
instalar en las hélices de Ka-52.
El
 cañón que resultó de los trabajos de Griazev y Shipunov, superaba al 
M61 Vulcan en todos los parámetros técnicos. Si el Vulcan disparaba 
4.000 cargas por minuto, el GSh-6-23 realizaba 6.000 disparos y más 
adelante, tras su modificación, 10.000 por minuto, lo que supone 180 
cartuchos por segundo. 
El cañón soviético para aviación pesaba casi dos 
veces menos que su análogo estadounidense: 73 kilos frente a los 112. 
Este factor era importante para la maniobrabilidad de los aviones. 
Por 
primera vez en el mundo Shipunov y Griazev crearon un potente sistema de
 propulsión de gases del disparo, pero a la vez de pequeño volumen y 
ligero, mientras que los norteamericanos utilizaban sistemas eléctricos 
que exigían tener reservas de baterías para recargarlos.
El
 resultado fue que la flota marítima y la aviación recibieron “el arma 
de Terminator” a la que era difícil hacer frente. Por ejemplo, en las 
maniobras el papel de blanco siempre lo cumplen los blindados ya que los
 coches corrientes, los camiones y los aviones quedan deshechos en 
pedazos, dejando tras de sí pequeños trozos.







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