Fuente:Serguéi Kuksin / RG                                
Rusia realiza maniobras 
militares en las costas del Ártico, implementando la defensa de sus 
instalaciones industriales en el Círculo Polar. En el punto más 
septentrional de Rusia, la isla Taimyr, en la última semana de agosto, 
la Flota del Norte rusa concentró bajo su mando a más de mil soldados y 
varias decenas de tipos de maquinaria militar.
                        
En las 
maniobras participaron 14 aparatos aéreos, incluyendo también aviones no
 tripulados, y alrededor de 34 tipos de maquinaria militar, entre ellos 
remolques multifuncionales, vehículos militares de transporte de tropas 
BMD-2 y cuadriciclos para operaciones de inteligencia militar y 
transporte de tropas. 
La 
maquinaria naval estuvo encabezada por el buque antisubmarino 
Severomorsk y dos barcos de transporte de tropas, el Kondopoga y el 
“Gueorgi Pobedonosets. La principal misión de las fuerzas armadas de 
Rusia consistió en realizar maniobras en un entorno desconocido y 
establecer la interacción de los diversos tipos de tropas bajo un único 
mando. Como objeto de defensa clave se escogieron fábricas de Norilsk, 
que forman parte de las instalaciones de importancia estratégica.
El inicio de las maniobras a gran escala en la zona del Ártico está relacionado con la nueva doctrina marítima de Rusia, aprobada
 por Vladímir Putin el 26 de julio de 2015. En ella se enfatizan 
principalmente las direcciones ártica y atlántica. Ya en 2014, Putin 
afirmó durante una sesión del Consejo de Seguridad de Rusia que los 
intereses del país en el Ártico podrían estar en peligro a causa de la 
inestabilidad mundial. Es evidente que se refería a las pretensiones de 
los países del bloque occidental sobre los recursos naturales del Polo 
Norte y la probabilidad del uso de la fuerza. 
Además de 
Rusia, sobre los depósitos de petróleo y gas del Ártico existen 
pretensiones por parte de Noruega, Canadá, los EE UU y Dinamarca. En la 
zona de influencia de Rusia se encuentran reservas de petróleo y gas con
 un volumen de 106.000 millones de toneladas. 
Noruega, 
Canadá y Dinamarca reclaman un territorio que contiene 60.000 millones 
de toneladas para cada país. Tal desequilibrio en la cantidad de 
recursos potenciales obliga a los rusos a preocuparse por el territorio 
en disputa y a adelantarse a cualquier acción. Más aún teniendo en 
cuenta que la OTAN realiza varias maniobras al año con entre 10.000 y 
15.000 militares. “Como mínimo 3 ó 4 veces al año, los submarinos 
estadounidenses de clase Virginia y Seawolf entran en el Ártico”, 
declaró a RBTH de forma anónima el comandante de uno de los submarinos 
de la Flota del Norte.
Pero Rusia 
no pretende agitar el “hacha de guerra” y apela al derecho 
internacional. A principios de agosto de 2015, el gobierno ruso entregó a
 la ONU un gran volumen de evidencias científicas que fundamentan su 
derecho a 460.000 millas cuadradas de territorio ártico. El principal 
argumento es la prueba de que las partes integrantes del complejo de 
territorios subacuáticos del Ártico Central son de formación 
continental.
En 2014, el
 Kremlin creó el comando estratégico unificado en el Ártico. Según los 
datos disponibles, las autoridades rusas están seguras de que en los 
próximos 10-15 años el clima cambiará de forma considerable y los hielos
 se derretirán, abriendo las vías marítimas durante nueve meses al año. 
En relación con esto, Rusia planea renovar y ampliar su Flota del Norte 
hasta el 2020.
A día de 
hoy, en Rusia hay 37 rompehielos, de los cuales seis son atómicos. Por 
su parte, Canadá tiene seis y Noruega, uno. Pero estos rompehielos no 
pueden ser efectivos con fines militares. 
“Rusia 
necesita embarcaciones multifuncionales que en tiempos de paz realicen 
funciones de guardacostas y, en caso de incidentes militares, puedan 
transformarse en 24 horas en buques de combate con armas en la borda. 
Tales ejemplos se encuentran en la flota sueca, y los canadienses están 
encargando barcos de este tipo”, explicó a RBTH el experto en la flota 
naval Alexander Mozgovoi. 
“En el 
salón internacional marítimo militar de San Petersburgo en julio de 
2015, el Centro Científico Estatal Krylovski presentó el proyecto del 
nuevo barco multifuncional. Este buque cuenta con la base técnica para 
la rápida instalación de armamento en la proa, así como un almacén de 
municiones en la parte de popa”.
A gran 
velocidad también se está creando la infraestructura. En los próximos 
años, a lo largo de las fronteras árticas se abrirán 16 puertos de aguas
 profundas, 13 aeródromos, 10 estaciones de búsqueda y rescate, y 10 
estaciones de radiolocalización y sistemas de defensa antiaérea. Parte 
de todo esto se situará en bases militares soviéticas que están siendo 
restauradas.







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