La Fundación para las Investigaciones del Futuro (FPI, por sus
siglas en ruso) ha comenzado a financiar proyectos para el diseño de
nuevos motores de detonación. Si los resultados son satisfactorios,
Rusia podría marcar un punto de inflexión en dos sectores: el de la
construcción de cohetes espaciales y el de la fabricación de aeronaves
hipersónicas.
“Actualmente, los cálculos teóricos nos
permiten afirmar que existe una perspectiva de futuro en esta línea de
investigación”, anunció a Izvestia el vice director general y presidente
del consejo de investigación del FPI Vitali Davydov.
“Esperamos poder ratificar próximamente la
viabilidad y la efectividad de este método, así como poder aplicarlo tanto en
el diseño de estatorreactores de combustión supersónica como en el de motores
cohete”.
Davydov no ha informado de los detalles,
aunque según datos aportados por Izvestia el FPI planea destinar a este
proyecto cerca de 57 millones de dólares.
Entre los destinatarios de estos fondos para
el desarrollo de proyectos
de investigación y desarrollo (I + D) en este campo se encuentran los
siguientes organismos: NPO Energomash, el Instituto Central de Motores de
Aviación (CIAM), KB Soyuz y otros centros de investigación.
Baratos y potentes
Los motores de combustión interna que se
utilizan hoy en día funcionan según el ciclo Brayton, que consiste en la mezcla
gradual de combustible y oxidante, la posterior compresión de dicha mezcla, su
quema y combustión mediante la expansión de los productos calentados en la
combustión.
La reacción se produce a velocidad subsónica.
En los motores de detonación, la mezcla de combustible se quema mediante
explosión y la reacción se propaga a través de la materia a velocidad
supersónica. Al mismo tiempo, se propaga la onda de choque, a lo que sigue una
reacción química en la mezcla de combustible que libera una gran cantidad de
calor.
“En teoría, los motores de detonación superan
la capacidad volumétrica existente en unas 50 ó 60 veces”, explica Pável Bulat,
de la empresa petersburguesa KB Dinamika.
“Otra de sus ventajas es su precio. En este
momento ya se pueden hacer motores de detonación por pulsos. Y si bien su
eficacia energética no es superior a la de los motores existentes, su precio sí
que será varias veces inferior.
Y es que la presión de distribución del
combustible es pequeña, pues la mezcla se comprime mediante una onda de choque.
Además, las cámaras de combustión no necesitan refrigeración, puesto que el
tiempo de combustión no es muy elevado.
Una fuente del equipo directivo de NPO
Energomash ha informado a Izvestia de que el FPI ha asignado a la
empresa cerca de 7 millones de dólares para el desarrollo de proyectos
relacionados con la combustión por pulsos en un periodo de 3 años:
“Con este dinero debemos diseñar y probar un
modelo experimental de una cámara de detonación para un motor cohete de
combustible líquido. Pero mientras que los principales países ya se están
dedicando a este tema y, según la información que tenemos, los norteamericanos
lanzarán su primer misil de crucero con motor de detonación por pulsos dentro
de cuatro años, nosotros aún tenemos que trabajar en ello”.
La revolución hipersónica
El dominio de la tecnología de la combustión
por pulsos promete un antes y un después en el perfeccionamiento de las
aeronaves hipersónicas. Según un interlocutor de Energomash, con los fondos del
FPI, el CIAM planea crear un aparato que permita aumentar la velocidad hasta
los 8 mach (es decir, 8 veces por encima de la velocidad del sonido).
Si se vuela a una velocidad de 5 mach con un
motor convencional, para que el combustible arda se tiene que procurar un flujo
subsónico en la cámara de combustión, es decir bajar de 5 mach a 1 mach. Esto
produce una elevada carga térmica. Por esta razón, hoy en día los 5 mach y pico
se consideran prácticamente el límite de velocidad de vuelo en las aeronaves
hipersónicas.
Sin embargo, la detonación por pulsos —que supera la barrera del
sonido— se propaga a una velocidad de 2,5 a 3 mach. Es decir, que en un vuelo a
una velocidad de 5 mach solo se frena hasta los 3 mach. Por lo tanto, la carga
térmica resulta menor y se puede aumentar la velocidad con los mismos
materiales.
Según una fuente de Roskosmos, con los fondos
del FPI, la agencia KB Soyuz se encargará de diseñar un motor pequeño para
vehículos aéreos no tripulados. No ha sido posible obtener ninguna declaración
de Soyuz.
“Se trata de un cambio importante, una
revolución tecnológica”, declara Adréi Ionin, corresponsal de la Academia Rusa
del Espacio Tsiolovski. “La obtención de resultados no está garantizada, las
opiniones de los expertos difieren unas de otras; hay quien cree que es
imposible, mientras que otros lo ven factible. Es un asunto delicado.
Quien lo
logre cambiará el rumbo de la exploración espacial. Sin duda, se deben
financiar algunos proyectos que vayan más allá de la comprensión actual de los
principios de la física. Como decía Albert Einstein, 'si tu idea no te parece
una locura, lo más probable es que sea errónea'. De modo que siempre que se
cuente con un buen equipo de diseñadores y el trasfondo adecuado, la
financiación en esta dirección resulta muy conveniente”.
0 comentarios:
Publicar un comentario