Anualmente el Departamento de Defensa
debe presentar al Congreso de EE.UU. un informe, con partes
clasificadas y otras no clasificadas, sobre los desarrollos militares y
de seguridad de China, en el que se detallen esos desarrollos actuales y futuros de las Fuerzas Armadas chinas y los principios y el probable desarrollo de las estrategias de seguridad y militar y de las organizaciones militares y de los conceptos operativos que sirven de base a esos desarrollos en los próximos 20 años.
Así mismo, el informe incluye la cooperación en temas de seguridad entre Estados Unidos y China
durante el período analizado en el informe, incluyendo los contactos
entre las fuerzas armadas de ambos países y la estrategia estadounidense
para esa cooperación en el futuro.
Según el informe, China prosigue con un programa de modernización militar global a largo plazo para mejorar la capacidad de sus fuerzas armadas
para combatir y ganar en conflictos regionales de alta intensidad y
breves.
El principal foco e impulso para la inversión militar de China
sigue siendo un posible conflicto en el estrecho de Taiwán,
incluyendo disuadir a un tercer país a intervenir en el mismo o a
derrotarlo. No obstante, también se está preparando para otras
situaciones, como posibles conflictos en los mares de China Meridional y de China Oriental.
Varios ejercicios, como MANEUVER-5 en el mar de Filipinas de la Armada, y el MISSION ACTION, conjunto, han sido los mayores realizados hasta la fecha por China.
Asimismo, también está aumentando su interés en operaciones en otros entornos, incluyendo la protección de las líneas de comunicaciones marinas, operaciones contra la piratería y misiones de mantenimiento de la paz,
ayuda humanitaria y asistencia en desastres, si bien la participación
en operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas están
dirigidas a defender sus intereses y a proteger a sus ingenieros, como
en Sudán del Sur, donde ha invertido en campos petrolíferos, y en Malí,
dentro de la misión MINUSMA.
Para los líderes chinos, según el informe, la modernización de las Fuerzas Armadas
es esencial para preservar y sostener lo que ven como un “período de
oportunidad estratégica” para avanzar en el desarrollo nacional chino
durante las dos primeras décadas del siglo XXI, período
que le permitirá para centrarse en impulsar un entorno exterior estable
para dar a China el espacio estratégico para priorizar el crecimiento y
desarrollo económicos y lograr el “rejuvenecimiento nacional” en 2049 (centenario de la creación de la República Popular China).
Al mismo, tiempo los líderes chinos expresan su deseo de mantener la
paz y la estabilidad en los países del entorno, aumentar su influencia
diplomática para facilitar el acceso a mercados, capitales y recursos y
evitar el enfrentamiento directo con Estados Unidos y otros países.
Todo
lo cual ha conducido a una creciente presencia de China por todo el
mundo y, en particular, en su periferia, creando nuevos y mayores
intereses económicos y diplomáticos, lo que ha conducido a
enfrentamientos con sus vecinos regionales, incluyendo aliados y socios
de Estados Unidos.
En 2013, China anunció un aumento del presupuesto militar
del 5,7%, hasta alcanzar los 119.500 millones de dólares (menos de la
quinta parte del presupuesto de defensa de Estados Unidos), que continua
las más de dos décadas de crecimiento sostenido del mismo.
Entre las inversiones más importantes se incluyen la modernización de las fuerzas estratégicas
(nucleares), así como capacidades críticas anti acceso y de denegación
de acceso (AS/AD), como misiles balísticos avanzados convencionales
intermedios y de alcance medio, misiles crucero de largo alcance de
ataque a tierra y antibuques, armas anti satélites y capacidades
ofensivas de ciberdefensa.
Y también ha probado su capacidad para
proyectar fuerzas a mayores distancias, incluyendo las pruebas en mar
del primera portaaviones y el desarrollo de aviones de quinta
generación.
Como desarrollos concretos destacan la práctica de perturbación de señales GPS y de otros sistemas de guerra electrónica,
que han sido eficaces; el lanzamiento hasta 2015 de 100 satélites,
incluyendo satélites de navegación, reconocimiento, comunicaciones,
científicos, meteorológicos, agrícolas y naves tripuladas, entre ellos
el sistema de lanzamiento Kuaizhou, que permite lanzar
pequeños satélites en órbitas bajas, para apoyar la observación de zonas
de desastres naturales, pero que pueden lanzar satélites de
observación; en el terreno de la furtividad, stealth, hay desarrollos
navales (el lanzamiento del nuevo tipo de corbetas Tipo 056, con
características furtivas), de drones (el primer drone furtivo, Lijian,
fue probado en noviembre de 2013), aviones (los cazas de quinta
generación J-20 y J-31), nuevas redes de camuflaje (con múltiples capas
de pinturas especiales, camuflaje digital y la capacidad de evitar la
detección de sensores infrarrojos, térmicos y radáricos).
Y en el campo
de los drones, reveló cuatro programas, tres de los cuales podrían ser
de drones armados, y también que, por primera vez, un drone chino fue
observado realizando vuelos de reconocimiento sobre el mar de la China Oriental.
Julio Garulo
(Foto: Iecs)
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