Los
pilotos del 1er Regimiento de Aviación australiano votaron en contra de
volar el helicóptero Tigre, tras un incidente de gases en la cabina de
un helicóptero, el tercero que se producía este año.
El
último incidente tuvo lugar en el centro de adiestramiento de Cultana,
en Australia del Sur, el 4 de noviembre; los anteriores se habían
producido en marzo y julio, en los que se dejaron en tierra los
helicópteros hasta conocer las causas de los incidentes. En este
incidente, la flota de helicópteros no fuede dejada en tierra y los
pilotos votaron negarse a volar hasta que se resolviesen los problemas
de seguridad de los mismos. Desde esa fecha, no han volado.
El
Ministerio de Defensa, que confirmó las preocupaciones de los pilotos,
no reconoció que realmente los pilotos se habían negado a volar, que
achacó a haber tenido un largo período de actividad y a que una pausa de
volar no era extraña cuando se realizaba el mantenimiento y la puesta
al día administrativa al regreso a la unidad tras un período de
ejercicios.
Según
el Ministerio, "los pasos que están siendo tomados por la cadena de
mando para resolver las preocupaciones de las tripulaciones del 1er
Regimiento de Aviación tienen el apoyo total de las tripulaciones."
En
los dos anteriores incidentes, en marzo y julio, se dejaron en tierra
los helicópteros hasta que no se identificaron los problemas, un
condensador defectuoso de un módulo de potencia del sistema de
presentación multifunción del helicóptero. En este tercer incidente, el
problema se ha producido en el aire acondicionado y los pilotos tuvieron
que abrir las ventanas para que circularse el aire y ventilase los
gasos de la cabina, aterrizando con seguridad. Desde 2007 se han
producido 24 incidentes similares, proporción parecida a la que se
produce en otros aviones militares.
Muchos
pilotos australianos se han sorprendido de que se permitiese votar a
los pilotos para no volar, desafiando a los mandos militares que habían
juzgado que el Tigre podía volar con seguridad, máxime cuando
normalmente se produce lo contrario, que hay que luchar para que los
pilotos militares dejen de volar.
Los
problemas de seguridad de los helicópteros Tigre australianos están
motivando que los pilotos hayan comenzado a solicitar la baja en el
Ejército; en 2011, 22 pilotos de helicópteros causaron baja.
El
Ejército australiano continua volando los helicópteros Tigre de
entrenamiento en la base Oakey, en Queensland y otros países, como
Alemania y Francia, con más de 4.000 horas de vuelo en Afganistán, los
continuan volando.
Julio Garulo
http://www.revistatenea.es
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