La
nueva tecnología, resultado de un desarrollo conjunto entre Brasil y
África del Sur, ya está en la fase final de pruebas y a un paso del
comienzo de la producción a gran escala. Días atrás, el Comando de la
Fuerza Aérea firmó con la empresa Denel un contrato de 1,4 millones de
dólares, destinado a preparar el parque industrial de São José dos
Campos (SP) para la construcción del misil, que debería equipar a la
versión modernizada del caza AMX/ A-1 y al futuro avión de combate.
La producción del nuevo misil será
confiada a las empresas Mectron, Avibras y Opto Eletrónica , que se
benefician de los proyectos de transferencia de tecnología en áreas como
la óptica, la navegación, sensores y procesamiento de imágenes. Brasil
se ha unido al A-Darter en 2006, y es co-propietario de los derechos de
propiedad intelectual e industrial de los misiles.
Según el director técnico de Denel
Brasil, Everton de Paula, además de los misiles producidos para la FAB ,
este parque industrial también fabricará componentes de unidades que
pueden ser exportados por Brasil y Sudáfrica para otros países. "Este
acuerdo representa un paso más hacia la realización de la transferencia
de tecnología. La tecnología que teníamos era todavía Tercera
Generación. Ahora Llegamos a la Quinta Generación”, dijo.
Con 2,98 metros de longitud y 90 kg de
peso, el misil A-Darter es un desarrollo aire-aire, es decir, diseñado
para ser lanzado desde aviones contra objetivos aéreos. Para ello,
dispone de un sensor que detecta el calor de aviones y helicópteros para
orientarse. A diferencia de los misiles más antiguos, equipado un
caza con el A-Darter puede alcanzar objetivos no solo ubicados
adelante del mismo, sino también a los lados e incluso detrás de la
aeronave.
Otra tecnología sin precedentes en
Brasil es el de vectorización de empuje, que es la dirección del cohete
motor a reacción. Además del movimiento de las cuatro pequeñas "alas"
,la vectorización de empuje proporciona al misil la posibilidad de
realizar movimientos que alcanzan hasta 100 veces la fuerza de gravedad
(100G), mientras que los aviones de combate son solamente capaces de
reproducirla nueve veces (9 g). El misil también produce menos humo que
los modelos más antiguos, por lo que es difícil de detectar.
Javier
Bonilla
http://www.defensa.com
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