El comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), general Jorge Rojas, ha ordenado realizar estudios para analizar el cierre de la Empresa Nacional de Aeronáutica (ENAER). Esta decisión es producto de la compleja situación económica que afecta a la firma chilena debido a una millonaria deuda que arrastra hace una década estimada hoy en más de 70 millones de dólares.
A fines de mayo, trascendió que Chile había seleccionado a Airbus Military del grupo EADS como socio estratégico de la firma chilena como parte de la política del Ministerio de Defensa
de incorporar capital privado para hacer viable y rentable las
operaciones y proyectos de las empresas públicas del sector defensa.
En
el caso específico de ENAER, la inyección de recursos privados es
esencial tras una serie de programas fallidos que implicaron una gran
inversión de recursos como fue la adquisición de maquinaria de precisión
para la producción de conjuntos frontales y empenajes del Very Light
Jet de Eclipse Aviation, empresa estadounidense que quebró, o la
construcción de un gran hangar para el mantenimiento mayor de aviones
comerciales en el aeropuerto internacional de Santiago el que no rindió
los frutos esperados.
El acuerdo entre ENAER y Airbus Military
implicaba la creación de una empresa conjunta dedicada a la fabricación
de aeroestructuras y mantenimiento de aeronaves como los Casa C-212, CN235 y C-295 que prestan servicios a prácticamente la totalidad de las Fuerzas Aéreas de la región.
Sin
embargo, los sindicatos cuestionaron que se entregara a una persona
jurídica distinta de ENAER las capacidades de fabricación y
mantenimiento, pronunciándose al respecto la Contraloría General de la
República señalando que esto resulta contrario "a derecho" mientras no se modifiquen los estatutos de la Ley N° 18.297 que rigen a ENAER.
A
raíz de este dictamen emitido en agosto, que paraliza cualquier intento
de asociación con una empresa extranjera hasta que se cambie la Ley de
ENAER en el Congreso, la FACh tiene dos opciones: liquidar
definitivamente la empresa y traspasar sus activos a una nueva Ala de
Mantenimiento destinada a garantizar las tareas de soporte y reparación
del material de vuelo institucional o seguir con ENAER esperando que el
estado entregue nuevos recursos.
Foto: FACh
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