El demostrador tecnológico
del avión de combate sueco Gripen NG voló por primera vez el pasado 31
de marzo con el sistema de rastreo infrarrojo Skyward-G. Ver sin ser
visto es una característica de la guerra moderna, detectar al enemigo
sin ser detectado es algo muy deseable, sin embargo el radar es un
sensor activo ya que emite una energía que puede ser detectada y
empleada por el enemigo para localizar la fuente.
Por el contrario, el IRST o Infrared
Search and Track o Búsqueda y Seguimiento por infrarojos es una
tecnología pasiva que detecta el calor producido por un blanco para
generar datos para el sistema de armas que lo porta, en este caso la
aeronave sueca.
El Skyward-G, que ha sido instalado por delante del cristal de la cabina del piloto, puede detectar e identificar distintos tipos de objetivos y será uno de los nuevos sensores con que contará el Gripen E. El Skyward-G ha sido diseñado por Selex ES y según la empresa, las pruebas han resultado satisfactorias.
El Skyward-G, que ha sido instalado por delante del cristal de la cabina del piloto, puede detectar e identificar distintos tipos de objetivos y será uno de los nuevos sensores con que contará el Gripen E. El Skyward-G ha sido diseñado por Selex ES y según la empresa, las pruebas han resultado satisfactorias.
El sistema es
capaz de detectar e identificar las emisiones infrarrojas de otras
aeronaves, helicópteros y objetos tanto en tierra como en la superficie
del mar.
El sistema de Selex ES es capaz de detectar el calor de cualquier aeronave que vuele por encima de 300 nudos, incluso si el motor reduce su potencia, práctica habitual porque la anterior generación de IRST detectaban solo las mayores fuentes de calor como cuando se hace uso de la postcombustión. Sin embargo ahora es posible identificar el calor que generado por el flujo aerodinámico sobre la superficie del avión y el calor del motor que es absorbido por el fuselaje.
El sistema de Selex ES es capaz de detectar el calor de cualquier aeronave que vuele por encima de 300 nudos, incluso si el motor reduce su potencia, práctica habitual porque la anterior generación de IRST detectaban solo las mayores fuentes de calor como cuando se hace uso de la postcombustión. Sin embargo ahora es posible identificar el calor que generado por el flujo aerodinámico sobre la superficie del avión y el calor del motor que es absorbido por el fuselaje.
(J.N.G.)
defensa.com
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