Ucrania y Rusia, cada día más distantes

                                     

El ministro del Interior de Ucrania, Arsén Avákov, ha negado que la acción militar que llevan a cabo las Fuerzas Armadas en el sureste del país vaya a cesar. Una vez más, se refirió a esta actuación como una “operación antiterrorista” contra los milicianos prorrusos que controlan la zona contra los que no va a dejar de actuar, máxime después de las maniobras militares que Rusia ha iniciado en la frontera con Ucrana.

“No ha habido ninguna suspensión en la operación antiterrorista debido a la amenaza de invasión militar de Rusia”, escribió Avákov en Facebook. La operación prosigue. “Los terroristas tendrán que andarse con cuidado las veinticuatro horas del día. La población civil no tiene nada que temer”. Es precisamente la seguridad de la población civil uno de los principios fundamentales de la operación, recalcó, algo que repercute en los “plazos y eficacia” de unas acciones que, a pesar de ello, no van finalizar.

Estos hechos tuvieron especial repercusión en la jornada de ayer, cuando murieron cinco milicianos prorrusos, a los que Interior ucraniano calificó como “terroristas”, después del fuego cruzado que tuvo lugar en ciertos puestos de control de los milicianos prorrusos en las entradas a la ciudad de Slaviansk, en la región de Donestk, al sureste del país.

La ciudad, que ya ayer estuvo a punto de ser cercada por las fuerzas de seguridad y tropas de asalto ucranianas, lo ha terminado de estar hoy. Así lo anunció en Kiev el jefe de la Administración presidencial de Ucrania, Serguéi Pashinski, a la vez que confirmaba que continuaba esta denominada “operación antiterrotista”: "El objetivo es bloquear totalmente Slaviansk para localizar el problema. La operación se está llevando a cabo en estos momentos".

Después de estos hechos, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, anunció que el país iniciaría maniobras militares en la frontera con Ucrania: “Nos vemos obligados a reaccionar ante este desarrollo de la situación. A partir de hoy, iniciamos maniobras de batallones tácticos (...) en las zonas fronterizas con Ucrania”, apuntó. Sin embargo, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, exigió inmediatamente el cese de dichas maniobras, algo que no parece que Rusia esté dispuesta a realizar.

Para tratar de poner fin a la situación, Ucrania ya ha recurrido a Estados Unidos. Lo ha hecho a través de su viceministro de Asuntos Exteriores, Danylo Lubkivsky, que ha pedido al país americano que apruebe “lo antes posible” sanciones adicionales a Rusia para terminar con lo que considera “un ataque desvergonzado” a Ucrania. Para ello señaló, entre otros factores, a la “economía criminal rusa que domina su política”.

Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, también se ha manifestado. Lo ha hecho desde Tokio, confirmando que su país ya tiene preparadas estas nuevas sanciones, que entrarán en vigor “en cuestión de días”, por incumplir los acuerdos alcanzados en Ginebra la semana pasada para reducir la tensión en Ucrania. Estos acuerdos, firmados por las dos naciones implicadas, la Unión Europea y Estados Unidos, afirmaban que todas las partes implicadas deberían de usar su influencia para obligar a los separatistas a entregar las armas y abandonar los edificios ocupados.

También la canciller alemana, Angela Merkel, exigió hoy al presidente ruso a través de una conversación telefónica, Valdímir Putin, que ratifique públicamente su “total apoyo” a estos acuerdos de Ginebra sobre los que señaló que Rusia aún no ha actuado en consecuencia. Además le advirtió de que también su gobierno está dispuesto a aprobar estas nuevas sanciones de las que ha hablado Obama. 

Por último, desde Alemania se informa de que a lo largo del día tendría lugar una videoconferencia internacional entre el presidente de los Estados Unidos y varios líderes de diferentes países europeos para tratar la situación ucraniana.

Mientras tanto la violencia prosigue. Siete personas han resultado heridas por la explosión de un puesto de control situado cerca de la ciudad de Odessa, aunque según se ha informado, sus vidas no corren peligro.

 

A la vez, un proyectil de un lanzagranadas anticarro disparado por un francotirador rebelde en el aeródromo de Kramatorsk -también en el sureste del país- ha causado el estallido de un helicóptero Mi-8 de las Fuerzas Armadas de Ucrania que se encontraba en tierra. El tiro impactó directamente en el depósito de combustible, lo que causó una explosión en la que el comandante de la nave resultó herido tras lograr escapar del aparato.

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