Los diseñadores soviéticos de minas marinas son parte de la historia
de las minas militares. El arsenal del Ejército soviético disponía de
minas que no tenían análogos en ningún lugar del mundo. Hemos recopilado
datos sobre los modelos más efectivos de todos los tiempos.
La muerte "azucarada"
La M-26 está considerada como una de las minas
más terribles del periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial diseñadas en
Rusia. Tenía una carga de 250 kilogramos. Era una mina de ancla con un
detonador mecánico que fue creada en 1920.
La gran ventaja de este diseño era que se
situaba de forma horizontal en el carrete del ancla, esto hacía que fuera más
fácil de instalar. La verdad es que la poca longitud de la boya de la mina (el
cable que fija de la mina al ancla y la mantiene a distancia de la superficie)
hacía que este arma solo se pudiera utilizar en el Mar Negro y el de Japón.
El modelo de mina de 1926 se convirtió en el
más profusamente utilizado por la armada soviética durante los años de la
Segunda Guerra Mundial.
Cuando comenzó la guerra Rusia tenía casi 27.000 de estos artefactos.
Otro diseño innovador de los armeros rusos de
antes de la guerra fue la gran mina antibuque
de espoleta KB que se utilizó también como arma antisubmarinos. Fue la
primera en el mundo en la que se utilizaron conos de seguridad de hierro que se
lanzaban automáticamente al agua.
Cubrían los detonadores galvánicos (los
cuernos de la mina). Lo curioso era que los conos estaban fijados al cuerpo
mediante unos pasadores y una eslinga de acero con un fusible de azúcar.
Mina marina de la Primera Guerra Mundial
|
Antes
de instalar la mina retiraban los pasadores y después, cuando ya estaba colocada,
la eslinga se desataba cuando se deshacía el azúcar. Era un arma de guerra.
En 1941 las minas KB fueron equipadas con una
válvula de inmersión que permitía al artefacto hundirse solo en caso de
separarse del ancla. Esto garantizaba la seguridad de los barcos rusos que se
encontraban cerca de las defensas. Al inicio de la guerra era la mina
antibuques de contacto más moderna de su época.
En total durante la guerra se instalaron en
las vías marítimas más de 700.000 tipos diferentes de minas. Destruyeron el 20%
de todos los barcos de los países en liza.
Un avance revolucionario
En los años de posguerra los diseñadores
soviéticos siguieron luchando por estar a la cabeza. En 1957 crearon el primer
misil subacuático autopropulsado, la mina a reacción de superficie KRM, que fue
la base para la creación de un nuevo tipo de armamento, las PM-1, PM-2 y PRM.
Mina KRM. Fuente: wikipedia
Como separador, las minas KRM utilizaban un
sistema acústico activo-pasivo: detectaba y clasificaba el objetivo, daba la
orden a la parte bélica y ponía en marcha el motor a reacción.
El peso de la
carga explosiva era de 300 kilogramos. El dispositivo podía instalarse a una
profundidad de hasta 100 metros, no podía ser rescatada con señales acústicas
ni con dragadores de profundidad. El lanzamiento se producía desde un
destructor o un crucero.
En 1957 comenzó a desarrollarse una nueva mina
de superficie a reacción que pudiera ser lanzada tanto desde un buque como
desde un avión. Este aparato trajo consigo una auténtica revolución: la
construcción de la mina KRM influyó de forma radical en el posterior desarrollo
de las minas marinas rusas y en el diseño de los misiles de crucero y
balísticos con trayectoria o despegue marino.
Sin análogos
En los años 60 en la Unión Soviética
comenzaron a crearse unas nuevas minas completamente novedosas: los
misiles-mina y las minas-torpedo de ataque. En unos diez años la flota de
guerra introdujo los misiles mina antibuque PMR-1 y PMR-2 que no tenían
equivalentes en el extranjero.
Otro avance importante fue la mina-torpedo
antibuque PMT-1. Tenía un sistema de doble canal para detectar y clasificar
objetivos, arrancaba en posición horizontal desde el contenedor hermético de la
carga bélica (torpedos antisubmarinos eléctricos), se podía utilizar en
profundidades de hasta 600 metros.
La nueva mina-torpedo entró en el armamento
de la Armada soviética en 1972. Los diseñadores de minas soviéticos fueron los
primeros en utilizar el principio de aplicación modular, utilizando para las
conexiones eléctricas nodos y elementos del aparataje. Esto resolvió el
problema de proteger los circuitos de explosión de las corrientes de alta
frecuencia.
Los proyectos sin terminar que se produjeron
durante los desarrollos y pruebas de las minas PMT-1 supusieron un empujón para
la creación de nuevos modelos más modernos. Así en 1981 los armeros finalizaron
los trabajos de la primera mina torpedo antisubmarino rusa universal.
En
opinión de los especialistas rusos, hasta mediados de los setenta, como mínimo,
los principales estados del mundo no disponían en su armamento de minas
similares.
La mina universal de fondo UDM-2 entró en el
armamento en 1978 y estaba diseñada para destruir barcos y submarinos de todas
las clases.
Fuente: wikipedia
Este arma era universal en todos los sentidos, Se podía instalar en
un barco o en un avión (militar o de carga), además en este último caso sin
sistemas de paracaídas. Si la mina caía en aguas poco profundas o en tierra se
auto destruía. Sin carga la UDM-2 pesaba 1.350 kilogramos.
Fuente: wikipedia
0 comentarios:
Publicar un comentario