La empresa norteamericana de armas de fuego Russian Weapon Company
(RWC), ha decidido fabricar por su cuenta los legendarios fusiles AK-47
prescindiendo de la parte rusa.
Según la edición norteamericana de CNN
Money, RWC, que anteriormente había sido el líder oficial en la
producción del Consorcio Kaláshnikov en EE UU, ha decidido ampliar la
producción de fusiles automáticos rusos en territorio de EE UU. Estos
fusiles gozan de gran popularidad entre los norteamericanos.
Venezuela fue el primer país del mundo en
producir automáticos Kaláshnikov de tercera generación bajo la licencia oficial
de Rusia. En Venezuela la construcción de plantas, así como la producción de
los fusiles Kaláshnikov, está regulada por un contrato que cerró con Rusia en 2009.
RWC prevé iniciar la producción durante el
primer trimestre de 2015, y todos los productos serán “Made in USA”. Aun así,
el nombre del fusil no sufrirá modificaciones y seguirá siendo AK-47.
De acuerdo con el contrato que firmaron el
Consorcio Kaláshnikov y RWC en enero de 2014, en los mercados norteamericano y
canadiense debían introducirse 200.000 unidades de fusiles al año, pero las sanciones han obligado a cancelar
estos ambiciosos planes.
Haz click en la imagen para ver los datos
|

El mercado de las armas de fuego es el más
grande del mundo, en EE UU hay tres cañones por habitante, incluyendo a los
bebés. Así que el proyecto presenta grandes perspectivas, explica a RBTH Vadim
Koziulin, especialista en comercio de armas.
Sin embargo, si EE UU quiere producir los
Kaláshnikov de forma legal, RWC deberá adquirir su licencia de producción, algo
que, según el experto, es inviable actualmente debido a las sanciones que se
han impuesto al consorcio Kaláshnikov.
Por ahora MacCrossin, director general de
RWC, no ha revelado si su empresa ha llegado a algún tipo de acuerdo con el
consorcio Kaláshnikov en relación a la producción de los AK-47. El CEO ha
declarado que a la empresa no le está permitido entablar contactos con los representantes
de Kaláshnikov, informa CNN Money.
Un
Kaláshnikov búlgaro en suelo norteamericano
El propio consorcio Kaláshnikov ha
reaccionado con serenidad. “En el mercado norteamericano la producción del
consorcio Kaláshnikov siempre ha ocupado una posición líder. Y queremos
destacar que este proyecto vuelve a poner de manifiesto la popularidad del
legendario fusil Kaláshnikov”, se indica en la página oficial de la compañía.
La reacción de la empresa rusa se puede
atribuir al hecho de que actualmente ya se están produciendo fusiles
Kaláshnikov en EE UU. Se fabrican bajo la patente búlgara de las la empresa
Arsenal.
“Aun así, los propios búlgaros sostienen que no se trata del AK, sino
de una modificación. El titular de los derechos no puede discutir este hecho”,
concluye Vadim Koziulin.
En realidad los clones del AK-47 no son
100% análogos a sus célebres originales. Basta con modificar un solo detalle, y
ya se pueden considerar un arma diferente.
En declaraciones a RBTH, Vadim Koziulin
explica que “tan solo el 10% de los fusiles Kaláshnikov que hay en todo el
mundo son de origen ruso, aunque es precisamente este 10% el de mayor calidad,
y eso lo sabe todo el mundo”.
La familia del famoso armero ha encajado
mal el comunicado de ampliación de la producción del AK-47 en EE UU. Elena
Kaláshnikova, presidenta de la Fundación M.T. Kaláshnikov e hija del inventor
del fusil, ha declarado en una entrevista con la agencia rusa Interfax que “si un tercero
usa algo que no le pertenece”, esto se puede considerar un robo.
0 comentarios:
Publicar un comentario