EE.UU. entregará seis helicópteros Apache a Irak como
 primer envío de un acuerdo aprobado por el Congreso de 24 helicópteros 
por un total de 4.800 millones de dólares. 
La exagente de la CIA Susan 
Lindauer explica lo que hay detrás de ese acuerdo. 
         
En principio, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores 
EE.UU., Robert Menendez, bloqueó el acuerdo, pero luego retiró sus 
objeciones. 
Mientras tanto la violencia en Irak continúa, mientras su 
Gobierno intenta conseguir más armas estadounidenses y apoyo de inteligencia. "Yo
 me opongo a la política de Washington en Irak. De hecho, cubrí el tema 
de Irak en la ONU antes de la guerra durante 8 años y me opuse 
profundamente a la guerra en Irak", señala la exagente de la CIA, 
periodista y escritora, en declaraciones a ' La Voz de Rusia '.
El terrorismo es una palabra clave en Washington, y al invocar el antiterrorismo puedes obtener lo que quieras  
Según la exagente, se sintió "muy consternada" al corroborar que todos sus pronósticos sobre esa guerra resultaron ser ciertos. 
"Con respecto a la venta de los helicópteros Apache específicamente, 
esto es un error muy importante. Tenemos que ser claros. La comunidad 
internacional tiene que ser clara: el Gobierno de Maliki está 
argumentando que necesita los helicópteros Apache para combatir el 
terrorismo. 
Y, por supuesto, el terrorismo es una palabra clave en 
Washington, y al invocar el antiterrorismo puedes obtener lo que 
quieras", asegura. 
Pero el verdadero propósito de la búsqueda de los helicópteros Apache, 
según la exagente, se esconde en una carrera armamentista del Gobierno 
de Maliki para adquirir tanto como les sea posible para garantizar la 
preservación del régimen. 
"Es un país desestabilizado y muy frágil, el Gobierno es muy mediocre, y
 no ha proporcionado los servicios básicos, las necesidades mínimas de 
la gente. No son capaces de proporcionarles agua potable, electricidad, 
suministros médicos, por lo que en muchos casos, incluso ahora el 
pueblo iraquí cree que la vida era mejor en el régimen de Saddam 
Hussein". 
Lindauer se refirió a la astronómica cifra de 4.800 millones de dólares 
por 24 helicópteros, es decir, alrededor de 200 millones de dólares por 
helicóptero, cuando su precio real de mercado es de alrededor de 20-30 
millones de dólares. 
 
Eso es una suma escalofriante de dinero cuando se tiene 
una población iraquí desesperadamente pobre que no tiene nada y todo 
esto es transferir riqueza a los contratistas de defensa. 
Es esencialmente un 
soborno porque durante mucho tiempo esta venta estuvo suspendida en el 
Congreso, donde reconocieron que, dada toda la agitación interna en 
Oriente Medio, es una política muy arriesgada vincular excesivamente la 
política estadounidense a un Gobierno". 
 "Definitivamente es corrupción, es absolutamente corrupción. Y su único 
objetivo es la preservación del régimen. Y el Gobierno de Maliki está 
tratando desesperadamente de vincularse con los EE.UU. diciendo 'mira, 
te daremos todo lo que quieras, pero solo tienes que seguir apoyándonos,
 te pagaremos cualquier precio. Simplemente no nos dejes'. Pero el 
problema es que en el interior del país son odiados".








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