Michael Gilmore, jefe de
pruebas de armamento del Pentágono, ha remitido al Congreso
estadounidense un informe de veinticinco páginas en el que alerta de un
posible retraso de trece meses en las pruebas del software Block 2B del
avión de combate Lockheed Martin F-35B Joint Strike Fighter de los
marines.
La capacidad operacional inicial del
aparato estaba prevista para mediados de 2015, sin embargo los problemas
detectados en el software del avión, en el mantenimiento y en la
fiabilidad de algunos sistemas podrían retrasarla trece meses.
Según
este informe el avión sería menos fiable de lo esperado, su
mantenimiento más complejo e incluso se mantiene el riesgo de incendio
por el propelente empleado en el lanzamiento de misiles.
Recordemos que el F-35B es la versión
STOVL (despegue corto y aterrizaje vertical) del avión de combate
multinacional y que no solo los marines estadounidenses lo han adquirido
sino que Reino Unido e Italia lo han elegido para dotar a sus futuros
portaaviones.
También es el único candidato posible para sustituir a los
Harrier de la Armada española cuando acabe su vida operativa a partir
de 2.025, como el AJEMA reconoció recientemente ante los medios de
comunicación. (J.N.G.)
defensa.com
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