Traslada la vía judicial una reclamación por 40 millones
JAVIER L, NORIEGA Madrid
Instalaza ha decidido recurrir a los tribunales para tratar de conseguir que el Gobierno le indemnice por la decisión del Ejecutivo de aprobar, en julio de 2008, una moratoria unilateral en el uso, producción y venta de bombas de racimo. Una medida que ha perjudicado al negocio de la empresa zaragozana, el único fabricante que quedaba de este tipo de bombas en España, con sus MAT-120.
La compañía había presentado una reclamación por pérdida patrimonial al Gobierno por 40 millones de euros, en concepto de daño emergente y lucro cesante por venta en siete países. El procedimiento en estos casos es cursar la petición, primero, a la Administración causante del daño. Si no se tiene respuesta, queda la vía de los tribunales.
Y eso es lo que ya ha hecho Instalaza, según se desprende las cuentas de la empresa correspondientes al ejercicio de 2010, remitidas hace unas semanas al Registro Mercantil. "La reclamación [...] ha sido aceptada a trámite, estando pendiente de resolución por los tribunales en via contencioso-administrativa", recoge el informe.
La compañía que preside Leoncio Muñoz pretende que se le indemnice por los contratos de venta con países como la Libia de Gadafi o Finlandia que dejaron de tener validez tras la moratoria del Gobierno. Y también que se le compense por las existencias acumuladas para la fabricación de las bombas de racimo y el gasto en I+D invertido en los explosivos. Segun la empresa, el valor de estas existencias ronda los 4,02 millones de euros y cifra el dinero que ha destinado a su desarrollo en 990.275 euros.
Las fuerzas leales al dictador libio Muamar Gadafi usaron las MAT-120 en su asedio a la ciudad de Misrata, según las evidencias recogidas por un reportero del The New York Times y por la organización Human Rights Watch. En junio, el Gobierno confirmó a la Coalición contra las bombas de racimo que autorizó la venta a Libia de un total de 1.055 MAT-120 (con
22.155 bombetas) en agosto de 2006 y a finales de 2007.
Las últimas bombas llegaron a Libia tres meses antes de aprobar la moratoria.
Publicado en Cinco Días el 31 de octubre de 2011 www.cincodias.com
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