A 70 kilómetros de Tallín
 se encuentra la base aérea más avanzada del país, la Amari Air Base. Se
 trata de un complejo militar ex soviético que llegó, incluso, a 
almacenar armamento nuclear. 
Desde enero, ha sido el centro de 
operaciones del destacamento militar español Ámbar del Ejército del 
Aire. En él, 115 militares y cuatro cazas Eurofighter, 
de su última versión, han patrullado el cielo del país, bajo bandera 
OTAN, con el objetivo de evitar que aviones rusos entren en su espacio 
aéreo. Se trata de una de las respuestas de la Alianza Atlántica para 
ayudar a sus socios, Estonia y Letonia, que carecen de 
cazas, frente a 
la crisis ucraniana.
España ha participado en la misión, desde el uno de 
enero hasta el cuatro de mayo, como nación de apoyo –la operación está 
liderada por Italia, con base en Letonia-. También han tomado parte en ella unidades aéreas del Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. 
“Es una misión solidaria, ya que Estonia carece de cazas para proteger 
su espacio aéreo”, explica a One Magazine el jefe de la misión española,
 el teniente coronel del Ejército del Aire Enrique Fernández Ambel, que 
recuerda que esta operación se está realizando mediante rotaciones y que
 la fuerza española será sucedida, en mayo, por la británica. Además, 
“es probable que en 2016 España vuelva como nación que lidere la misión 
desde Lituania”.
Y no se trata de un trabajo fácil aunque las conclusiones son 
positivas. “Hemos realizado cuatro salidas diarias, con un mínimo de 20 
cada semana, lo que ha supuesto también una excelente forma de demostrar
 la eficacia del Ala 11 del Ejército español responsable de esta 
misión”, añade.
La misión ha sido divida en las llamadas ‘semanas calientes’ y ‘semanas frías’.
 Se trata de la denominación que cataloga cada semana como de alta 
intensidad o baja. Así, mientras en el primer caso, los pilotos de los 
caza y su unidad de apoyo deben estar preparados para salir en 15 
minutos mientras que en la segunda tienen más tiempo para partir. 
Para 
ello, en la base tanto los pilotos como el resto de los militares 
españoles disponen de habitaciones con camas, salas de ocio para pasar 
el tiempo y, por supuesto, todos los medios necesarios para realizar la 
misión. De hecho, el destacamento de apoyo técnico ha demostrado su alta
 capacitación siendo capaces de realizar todo tipo de labores de 
mantenimiento ‘in situ’, incluso un cambio completo de motor en menos de 24 horas. 
“Lo mejor ha sido poder realizar una misión internacional y demostrar
 que estamos plenamente capacitados para ello, habiendo podido volar 
cientos de horas. Los cazas Eurofighter españoles se han mostrado muy 
fiables y tecnológicamente a la última frente a cualquier posible amenaza”,
 destaca el teniente coronel Fernández. 
“Lo peor ha sido tener que 
soportar en los meses de invierno un frío terrible con temperaturas de 
menos de 20 grados bajo cero. Ello ha obligado a trabajar intensamente 
tanto en lo que supone tener las pistas de despegue en buen estado como 
los cazas que, en sus base de Sevilla y Morón, no despegan en condiciones tan adversas”.
http://www.onemagazine.es







0 comentarios:
Publicar un comentario