Fracasadas las conversaciones para paliar las fuertes tensiones entre ambos países, Corea del Sur pretende reforzar de manera inminente sus medios para controlar y prevenir los impredecibles pasos del vecino dictador. El país adelantará así la dotación, inicialmente prevista para 2015, de un lote no determinado aún oficialmente de aviones no tripulados (UAV) RQ-4 Global Hawk, del fabricante estadounidense Northrop Grumman.
El avión espía más avanzado del mundo presta sus servicios en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desde el mes siguiente al brutal ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas de Nueva York. Bajo la codificación militar de RQ-4 Global Hawk y, a pesar de haber transcurrido cerca de una década desde su entrada en operaciones, sigue siendo el más grande y poderoso aparato no tripulado jamás construido.
Considerado el rey de los UAV, el Global Hawk es una enorme plataforma aérea que da vida a toda una gama de aeronaves carentes de piloto, del que ya están comprometidos un total de 77 unidades. Equipado con sofisticados sistemas de reconocimiento, vigilancia y telecomunicaciones, sus grandes dimensiones y formidables prestaciones le permiten ser objeto de continuas mejoras, como es el caso de la reciente versión Block 40, la cuarta en desarrollo.
Del tamaño de un avión de negocios medio y unas alas con una envergadura que recuerdan a las del avión espía U-2, el Global Hawk ha sido diseñado para vigilar de forma exhaustiva y de manera continua superficies de hasta 40.000 millas náuticas cuadradas (3.717 kilómetros cuadrados), algo más que las dimensiones de la isla española de La Palma.Con un peso superior a las 11 toneladas, en su interior tienen cabida entre 860 y 1.360 kilos de sensores, la mayor cantidad que hasta el momento lleva a bordo cualquier vehículo aéreo no tripulado. Para volar durante más de 35 horas a grandes cotas, su enorme superficie alar ?50,19 metros cuadrados? le permite albergar unos depósitos con capacidad para almacenar 6,5 toneladas de combustible, lo que explica alcance cercano a la mitad de la Tierra.
De igual modo, Corea del Sur reforzaría su flota de aviones de combate en unos 60 aparatos, manteniéndose todavía la incógnita de cuál será el modelo elegido entre las 3 principales opciones que se barajan: los F-15 de Boeing, los F-35 de Lockheed Martin y los Eurofighter Typhoon. La Seguridad del país la ejerce hoy Seul de forma conjunta con EEUU. El proceso de modernización de sus FAS que se acomete actualmente pretende preparar a la nación para que estas funciones le sean traspasadas por completo en 2015.
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