La opacidad en la compra de material militar es una política de Estado en Venezuela y no hay control sobre las transacciones, afirmó Rocío San Miguel , presidenta de la organización Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional.
En el informe sobre la situación de la Fuerza Armada Nacional presentado ayer, se indica que 8.5 millardos de dólares corresponden a negocios con Rusia, principal proveedor armamentista de Venezuela, que es seguido en la lista por China y España.
En el documento se señala que sólo a Rusia se le compraron 105.000 fusiles, 2.000 lanzamisiles y lanzacohetes, 92 tanques, 36 aviones caza y 9 submarinos, así como cañones y sistemas misilísticos.
San Miguel indicó que el dinero gastado en armas podría llegar a 30 millardos de dólares, pero advirtió que la cifra no puede ser corroborada debido a que existe una amplia brecha entre las compras anunciadas por el presidente Chávez y el material militar que llega al país.
Bielorrusia, Irán, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Italia, Reino Unido, Suecia, Suiza y Austria son los otros países a los que el Gobierno venezolano ha comprado armamento desde 2005.
"En total el Gobierno ha adquirido material militar en 14 países y ha realizado 18 anuncios de compra, pero en muchos casos no se sabe en qué etapa del proceso van estos acuerdos militares porque la opacidad del Estado en la adquisición de armas ya es una política, que en todo caso puede deberse a sólo dos posibilidades: negligencia o corrupción", dijo.
Venezuela, indicó, es el cuarto país comprador de armas de la región después de Brasil, Colombia y Chile.
La especialista advirtió que, a pesar del gasto armamentista, en Venezuela no hay un claro concepto de estrategia operacional, razón por la cual la operatividad en la FAN estaría seriamente cuestionada. "Un tercio de la capacidad operativa está mermada", indicó.
En el informe se destaca que el cambio de los países a los que se les compraron las armas implica un viraje en la doctrina de empleo de los equipos, así como en los procedimientos logísticos.
San Miguel advirtió que, contrario a la Constitución, la mayoría de los acuerdos militares firmados con esos países son suscritos sin la autorización del Parlamento. "No hay control sobre estos pactos que versan sobre temas tan medulares como seguridad, soberanía y defensa", dijo.
La presidenta de Control Ciudadano aseveró que la falta de certeza en cuanto al futuro profesional de los integrantes de la FAN, aunada a la acelerada politización de la institución, ha afectado la moral de los militares en Venezuela. "La FAN es un brazo armado del Ejecutivo Nacional", afirmó.
En el informe también se alerta sobre la militarización de la sociedad civil. "La Milicia Nacional Bolivariana se ha convertido en el quinto componente de la FAN, lo que viola la carta magna", denunció San Miguel, quien recordó que la meta es constituir 60 batallones de milicias sólo en Caracas.
La inclusión de personal cubano en cargos estratégicos dentro de la FAN es otro de los puntos incluidos en el informe. Control Ciudadano asegura que hay cubanos en la inteligencia y contrainteligencia de la institución castrense venezolana, lo que podría ser considerado traición a la patria.
jueves, 17 de marzo de 2011
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