Durante una reunión de ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también se acordó encargar a autoridades militares elaborar con urgencia planes detallados para poner en marcha acciones con el fin de aplicar el bloqueo naval.
Rasmussen afirmó que se estudian medidas adicionales para poner en marcha una zona de exclusión aérea en la nación norafricana en caso de que reciba "un claro mandato" del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Los aliados justifican la presencia de embarcaciones de guerra en el Mediterráneo con el pretexto de garantizar la logística en caso de evacuaciones de civiles y para prestar ayuda humanitaria.
La reunión de la OTAN en Bruselas, que concluirá mañana, trata de encontrar legalidad para imponer la zona de exclusión aérea aún sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia y China podrían hacer valer su derecho de veto.
En varias ocasiones, el máximo dirigente de la Alianza ha dicho que sólo actuarán en caso de contar con un mandato específico del Consejo.
Al término de la primera jornada de trabajo de los ministros de Defensa, Rasmussen afirmó que el número de unidades navales que se desplegará en el Mediterráneo será confirmado por el jefe militar de la OTAN para Europa, el almirante estadounidense James Stavridis.
Alejada de una solución pacífica a la crisis en Libia, la Alianza Atlántica elabora desde hace prácticamente dos semanas planes sobre posibles acciones en Libia.
jueves, 10 de marzo de 2011
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