La principal feria de helicópteros de Rusia, HeliRussia, se celebró
entre el 22 y el 24 de mayo. Ofrece una oportunidad a los fabricantes
domésticos de mostrar modelos ya populares junto con los diseños más
novedosos, que aún no se fabrican en cadena.
Entre los veteranos
legendarios Mi-8 y el Mi-24, los modelos ultra modernos como el Ka-62 y
los poderosos helicópteros armados Mi-28 y Ka-52, un pequeño helicóptero
podría pasar desapercibido fácilmente; sin embargo, tiene grandes
posibilidades de convertirse en un 'bestseller' internacional.
La idea de crear un helicóptero ligero
surgió de la notable ausencia de este tipo de aparato en la producción rusa.
Sus diseñadores se inspiraron en el modelo más exitoso, que acapara el 70 % de
las exportaciones, el Mi-8 (Mi-17), conocido popularmente como el “Kaláshnikov
de los helicópteros” por su simplicidad y fácil mantenimiento. De aquí el
nombre del hermano pequeño del Mi-8: Ansat significa “sencillo” en tártaro. El
nombre es tártaro porque se fabrica en la república de Tatarstán.
En origen, el Ansat fue diseñado para
superar a sus equivalentes en lo concerniente a características técnicas y de
vuelo, ya que tenía que luchar para asegurarse un nuevo segmento del mercado.
Con un coste medio entre 1 y 1.,5 millones más bajo que su rival más cercano,
el EC-145 de Eurocopter, Ansat no solo tiene las mismas características, sino
que además cuenta con una cabina más espaciosa que puede ser adaptada a las
necesidades específicas del cliente.
Esto es lo que hace que se le pueda llamar “multifunciónal”:
dependiendo de su configuración, los helicópteros Ansat pueden transportar
pasajeros, mercancías, funcionar como ambulancia o como vehículo de rescate.
Además, el Ejército ruso ya los ha utilizado para entrenar pilotos y para
patrullar.
Adelantado
a su tiempo
La historia del helicóptero no ha sido
fácil. Realizó su primer vuelo en 1999, pero no recibió el certificado que
autorizaba su uso comercial hasta agosto del pasado año.
Aunque pueda parecer extraño, el problema
era que algunas de las soluciones tecnológicas utilizadas en el Ansat iban por
delante de las regulaciones pertinentes. Fue el primer helicóptero en usar un
sistema fly-by-wire (FBW, pilotaje por cable), que antes solo había sido
empleado en cazas y en jets de pasajeros. Los sistemas FBW hacen posible
mejorar considerablemente las características del aparato, ya que reducen su
peso, su coste y lo hacen más fácil de pilotar.
Los funcionarios rusos no pudieron
certificar el helicóptero para uso comercial porque no sabían qué criterio
utilizar para probar un helicóptero FBW. Como resultado, la planta de Kazán
tuvo que volver a instalar los convencionales controles de vuelo manuales. Solo
después de eso se emitieron los documentos necesarios.
Sin embargo, para el Ejército ruso, los
equipos de rescate y otros servicios, el certificado de uso comercial era
irrelevante y fueron los primeros en probar el funcionamiento del nuevo
helicóptero, sobre todo porque el Mi-2, utilizado para entrenar pilotos, ya se
había quedado obsoleto.
En 2013, se hizo entrega de los primeros seis Ansat-U a
las Fuerzas Aéreas para la formación de los futuros pilotos. Además, según el
programa de armamento estatal, el Ejército ruso debe comprar 40 helicópteros
Ansat-U para 2018.
A
Ansat le ayudará su “hermano mayor”
El fabricante está considerando la opción de
vender el helicóptero también a operadores civiles, incluyendo clientes
extranjeros.
El jefe de diseño de la planta de helicópteros de Kazán, Oleg
Garípov, confía en que el éxito comercial y el alcance global del Mi-8 servirá
para promocionar también al Ansat.
De hecho, el Ansat ha conseguido asegurarse
una posición en África gracias a la reputación del Mi-8. Durante la visita de
Putin a la cumbre de los BRICS en Sudáfrica,
en marzo del año pasado, se alcanzó un acuerdo para la posible producción
conjunta de Ansat. Al mismo tiempo, el ministro ruso de Industria y Comercio,
Denís Manturov, anunció que el Gobierno de Mozambique había mostrado interés en
adquirir el nuevo helicóptero ruso para su flota aérea.
El éxito del helicóptero dependerá de si
consigue convertirse en una versión mini del Mi-8: barato, fácil de mantener y
fiable. Opinando sobre las perspectivas para el helicóptero en un futuro
inmediato, el jefe de investigación en la agencia Aviaport, Oleg Panteléiev,
afirma: “Para ir empezando, los contratos estatales serán suficiente. Las
compañías privadas estarán esperando a ver cómo se comporta el helicóptero en
uso.” Por tanto, muy pronto sabremos si Ansat se convierte o no en un bestseller
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