Los complejos de misiles operativo-tácticos Iskander-M de la brigada de misiles del distrito militar occidental que estaban en una inspección sorpresa en la región de Kaliningrado han regresado a su ubicación permanente en una de las regiones del interior de Rusia.

Estas divisiones habían sido transferidas cerca de la frontera con Polonia como parte de una inspección sorpresa de su estado operativo ordenada por el alto mando de las Fuerzas Armadas entre el 5 y el 10 de diciembre.

El general Mijaíl Matveyevsk, jefe de las tropas de misiles y de artillería del Ejército de Tierra, comunicó a la agencia TASS que para 2018 habrá por lo menos diez de brigadas con complejos Iskander M en el ejército ruso, entre dos y tres en cada distrito militar. 
 
En estos momentos hay cinco. Los complejos operativo-tácticos Iskander-M sustituirán en el ejército a los complejos 9K79 Tochka y 9k79-1 Tochka-U, que han quedado obsoletos.

El nuevo complejo operativo-táctico es más efectivo que el complejo táctico en muchos parámetros. El Iskander y su predecesor, para ser más preciso su “abuelo”, el complejo operativo-táctico Oka, OTR-23, SS-23 Spider en la denominación de la OTAN, fue destruido en 1989 de acuerdo con el Tratado INF entre la URSS y los EE UU.

El Oka disparaba a una distancia máxima de 400 kilómetros no entraba bajo la acción de este tratado ya que este afectaba a misiles que alcanzaran una distancia de entre 500 y 5.500 kilómetros. Pero los estadounidenses exigieron que se incluyera entre los misiles a retirar, a pesar de que ni siquiera había entrado a formar parte del ejército. 

Les preocupaban las características especiales con las que cuenta este complejo: se podía instalar en un vehículo que era capaz de navegar e ir campo a través; podía cargarse fácilmente en un avión de transporte militar, en un buque comercial o en un contenedor de ferrocarril y ser transportado a cualquier lugar que exigiera el mando. 

Estaba operado tan solo por tres personas y tenía la posibilidad de portar ojivas explosivas de fragmentación, de racimo o incluso nucleares. Además, contaba con la capacidad para superar cualquier tipo de sistema de defensa antimisiles y en la parte final de la trayectoria desarrollaba una velocidad supersónica de 4 Mach. Era imposible derribarlo.

Los 239 Oka que había fueron destruidos de acuerdo con el Tratado INF. Junto a ellos se quedaron inoperativas 106 instalaciones de lanzamiento y todo el equipo con el que se producían, así como la documentación de construcción.

Diez años después el Oka ha tenido descendencia: los complejos operativo-tácticos Iskander-M. ¿En qué se diferencian estos dos complejos? Para empezar, en su aspecto exterior. El Iskander cuenta con un transporte acorazado de cuatro ruedas, mientras que el Oka es un vehículo automotriz, que a diferencia del transporte blindado, no navega.

 La plataforma de lanzamiento se ha mantenido prácticamente igual. Pero hay una particularidad, el Iskander M cuenta con dos misiles por uno del OTR-23. Además cada uno de ellos puede establecer un objetivo distinto y pueden lanzarse en pocos segundos, lo que se logra gracias a un ordenador de alto rendimiento a bordo. 

La cabeza de autoguiado del misil también le otorga una característica única. Creada en el Instituto científico de investigación de automatización e hidráulica (el principal instituto de desarrollo ruso de sistemas de navegación y de misiles operativo-tácticos), posee la capacidad de reconocer objetivos por su aspecto externo, por decirlo de otra manera, por la fotografía.

El principio bajo el que actúa este sistema es sencillo a primera vista. Los aparatos ópticos crean una imagen del terreno donde se encuentra el objetivo que se compara de forma constante en el ordenador de a bordo con el original, es decir con la foto, en base a lo que se dan las órdenes de corrección de vuelo a los elementos de navegación del misil, sus timones y toberas. 

El misil no tiene más que portar la cabeza autoguiada a la zona establecida y el resto se hace en un sistema automático. Una vez que la cabeza bélica vuela al objetivo a una velocidad supersónica no puede ser desviada ni detenida.

Arma política

Las capacidades bélicas del Iskander-M, y no hay otro país del mundo que tenga un sistema de misiles similar, alarman a los países de la OTAN y a los EE UU. 

Congresistas de este país han declarado que los misiles de crucero R-500, que también pueden montarse en otro tipo de complejos, violan el tratado INF ya que alcanzan una distancia superior a los 500 km.

El jefe de las tropas de misiles y artillería del Ejército de Tierra, el general mayor Mijaíl Matveyevski, comentó a la agencia TASS que "los misiles R-500 no alcanzan una distancia superior a los 500 km". "Cumplimos religiosamente con las exigencias del Tratado", recalcó.

En la región de Kaliningrado no hay complejos Iskander-M. Sin embargo el expresidente Dmitri Medvédev advirtió en noviembre de 2008 y posteriormente en 2011 que si los EE UU comenzaban a desplegar su escudo antimisiles en Polonia, en la región de Kaliningrado aparecerían necesariamente estos complejos. El alcance de acción de sus misiles permiten neutralizar las amenazas que supondrán para Rusia el escudo antimisiles estadounidense. 

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