Según los datos de SIPRI, la suma total de armas, tecnología militar y servicios militares vendidos por los 100 mayores productores de armamento en 2013 fue de 402.000 millones de dólares (en el estudio no se han tenido en cuenta las empresas de la República Popular China a causa de la deficiencia de datos disponibles). Esto representa un 2% menos que el año anterior. 

La mayor caída de ventas se registró en las empresas de Italia (más de un 15%) y Estados Unidos (más de un 5%). De todas formas las empresas norteamericanas, al igual que en 2012, ocupan las cinco primeras posiciones en la clasificación de SIPRI: Lockheed Martin, Boeing, BAE Systems, Raytheon y Northrop Grumman.

Rusia fue el único país cuyos productores de armamento pudieron incrementar considerablemente las ventas, con un aumento del 20%. En la lista de los 100 mayores vendedores entraron diez empresas rusas, una más que en 2012, el consorcio Sozvezdie escaló posiciones, de la 109 a la 89. 

La empresa que más aumentó más las ventas fue la corporación Takticheskoye raketnoe vooruzhenie (Armamento táctico de misiles), con un crecimiento del 118%, el consorcio de defensa antiaérea Almaz-Antéi, un 34%, y la Corporación Unida de construcción de aviones, un 20%. El año anterior SIPRI también fijó un aumento de las ventas de armamento de los productores de Rusia.

Los expertos de SIPRI explican que el éxito de los productores rusos de armamento se debe a factores internos, en primer lugar al aumento del volumen de encargos estatales.

De acuerdo con el plan de reforma militar, hasta el año 2020 se destinarán 19 billones de rublos (unos 300.000 millones de dólares. Además Rusia es uno de los mayores exportadores de armamento: según datos de SIPRI ocupa el segundo lugar por el volumen de ventas de armas en el mercado mundial, con un 27% de las ventas. El primero es Estados Unidos, con un volumen del 29%
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Las ventas son mayores

Sin embargo, las instituciones rusas competentes en esta materia dan a entender que el volumen real de ventas es todavía superior a los datos de SIPRI. “En los distintos servicios de análisis, incluyendo los internacionales, se utilizan metódos diferentes y muy a menudo las cifras no coinciden con las nuestras.

Los datos de SIPRI sobre nuestra actividad se diferencian mucho de las cifras que barajamos nosotros, las de ellos a menudo son inferiores”, explicó a Kommersant el director general de exportación especial de armamento de Rosoboronexport, Anatoli Isaikin. “Esto sucede porque no tienen la información completa”, añadió. 

Según otra fuente de Kommersant en el sistema ruso de cooperación militar-técnica, el año 2014 tampoco es una excepción y los datos de SIPRI volverán a diferir de los reales. “Utilizan información de fuentes abiertas pero nosotros trabajamos también con datos de acceso restringido que muy a menudo llevan el sello de “secreto”, aclaró esta fuente a Kommersant.

El director del Centro de análisis de estrategias y tecnologías, Ruslán Pújov, considera que en el año 2014 los indicadores de producción y de suministro de armamento de las empresas rusas, tanto dentro del país como a los clientes extranjeros se mantendrán en el “nivel adecuado”. 

Este experto explicó que “la caída de ventas podría iniciarse en 2015, las sanciones podrían perjudicar al mercado exterior y también provocar una contracción del presupuesto militar en el interior”.