Mandos del Ejército de Tierra involucrados en la misión de Afganistán reconocen a El Confidencial Digital que ya se venía barajando la opción de “aparcar” los vehículos Lince con los que patrullan actualmente las tropas españolas.
El atentado con explosivos que mató ayer domingo a un sargento y una soldado en Afganistán ha reforzado más aún las posiciones críticas. Los mandos intermedios destinados en Afganistán, según ha podido saber El Confidencial Digital, han trasladado en numerosas ocasiones a sus superiores las críticas acerca de la insuficiente protección que aportan estos vehículos a las tropas durante las patrullas por la peligrosa ruta ‘Lithium, a la vista de la potencia explosiva que está utilizando la insurgencia en otros ataques contra los aliados –y en el que dejó a cuatro españoles heridos el pasado fin de semanA.
Los mandos españoles de la misión habían rechazado hasta ahora las quejas de sus inferiores alegando que el IVECO ‘Lince’ era apropiado para las tareas encomendadas a la misión. Sin embargo, el impacto público de los últimos acontecimientos –dos atentados en apenas una semana, con siete heridos y dos bajas- podrían estar provocando un cambio de parecer en las altas esferas del Ejército de Tierra.
Tal y como ha podido saber El Confidencial Digital, el mando español en Afganistán debate actualmente si apartar a los vehículos ‘Lince’ de las patrullas por la zona de Ludina y Sang Atesh, donde se están concentrando los ataques contra las tropas españolas como el que mató ayer al sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marìn.
La orden podría llegar a ser efectiva esta misma semana, según precisan estas fuentes, y se daría instrucción a las patrullas de salir “sólo con los RG-31”, cuyo blindaje y morfología lo hacen más resistente a los IED. Los IVECO disponen de un habitáculo blindado, separado del depósito y del motor, que protege a sus ocupantes ante un ataque en los bajos, por los laterales y por arriba. De hecho, el motor y la transmisión está diseñada con el menor número de piezas posible, para reducir la cantidad de metralla en caso de explosión. En esta ocasión, como en la anterior, la protección no ha sido suficiente.
Bombas mucho más potentes
Según los informes de la inteligencia de ISAF, los talibán tienen amplia información sobre los vehículos que utilizan las tropas aliadas, incluidas las españolas. Y con esos datos, han trasladado a los fabricantes de los artefactos explosivos la instrucción de ampliar la potencia de las bombas para destrozar los vehículos.
Además, tal y como confirman fuentes militares a El Confidencial Digital, la insurgencia “pone a prueba” a los aliados y a sus medios técnicos con estos atentados. “Comprueban minuciosamente los efectos del atentado anterior, buscando como potenciar el daño para que el siguiente sea más grave” aseguran a ECD.
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lunes, 27 de junio de 2011
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